El Ibex 35 se niega a corregir y cae un 1,5% en febrero pese a la guerra en Ucrania

La volatilidad ha sido lo que ha marcado la evolución de todos los índices durante este mes que ha estado condicionado, absolutamente, por Ucrania. El estallido de la guerra ha disparado esta volatilidad hasta niveles extremos, con caídas de un 4% un día en la renta variable y subidas del 3% al siguiente, con muchísima incertidumbre sobre lo que pueda acabar pasando y cómo afectará todo lo que está sucediendo a la recuperación económica.

Después de que las plazas europeas subieran más de un 3% el viernes y de que Wall Street acabara con alzas del 2% de media, los recortes han regresado nuevamente hoy lunes a Europa, aunque las caídas se han reducido de manera notable conforme ha ido avanzando la jornada.

Los bancos han sido los que más han perdido en el Ibex, con descensos en Santander, Sabadell, BBVA, CaixaBank. También ha cedido posiciones de manera importante Inditex.

En el lado positivo, han destacado las renovables (Solaria, Siemens Gamesa, Acciona Iberdrola) o Fluidra (ganó un 162% más en 2021). También ha subido con alegría Indra, debido a su exposición al mercado europeo de la Seguridad y la Defensa, sobre todo tras el histórico anuncio de Alemania de aumentar sus inversiones en Defensa.

En Europa, el sector bancario ha sufrido mucho (-4%). ING, con importantes intereses en Rusia, se ha hundido un 7%.

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El rublo ruso se desploma alrededor de un 15% por las sanciones anunciadas sobre Rusia y la bolsa rusa ha cerrado para no desplomarse.

El petróleo modera su avance (100,55 dólares el barril Brent), mientras que el oro avanza un 1% (1.908 dólares). El bitcoin se revaloriza un 9% (41.211 dólares).

Los bancos europeos han sufrido porque han impuesto más sanciones a Rusia. Estados Unidos, Europa y Canadá acordaron el sábado retirar a los principales bancos rusos del sistema de mensajería interbancaria SWIFT. Y Reino Unido y la UE han cerrado su espacio aéreo a los aviones rusos. A nivel de la UE, el cambio más importante ha sido el de Alemania, que no sólo ha abandonado su oposición a excluir a Rusia del sistema financiero mundial, aceptando las sanciones a los bancos rusos, sino que también ha abandonado su oposición al envío de armas letales a zonas de guerra, además de comprometerse a destinar al menos el 2% del PIB a gastos de defensa.

En el ámbito empresarial, ha sido noticia este lunes que la petrolera BP ha anunciado su salida de Rusia, con la venta de su participación de casi el 20% en la mayor petrolera estatal rusa, Rosneft.

Ucrania ha confirmado la muerte de 345 civiles mientras que el país y Rusia mantienen finalmente conversaciones en la frontera ucraniana-bielorrusa este lunes, aunque el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se ha mostrado escéptico sobre este encuentro.

"Putin parece haber calculado, erróneamente, que los gobiernos occidentales no tendrían el estómago para hacer lo que están haciendo actualmente, ya que los bancos rusos quedan fuera del sistema de mensajería SWIFT. Las sanciones no han terminado ahí, ya que el propio Putin está en el punto de mira, así como los principales funcionarios y oligarcas rusos relacionados con Putin, mientras que el espacio aéreo europeo se ha cerrado a todos los vuelos rusos", destaca Michael Hewson, director de análisis de CMC Markets en Londres.

"Los acontecimientos de este fin de semana significan que ningún banco del G7 podrá comprar rublos rusos, llevando a la moneda a la caída libre, con el resultado final de que podríamos ver un enorme choque inflacionario dentro de Rusia", añade.

Mientras tanto, continúa la temporada de publicación de resultados, que está pasando muy desapercibida en medio de la catástrofe geopolítica. Este lunes han publicado en España una gran cantidad de empresas, entre ellas Grifols (ganó un 70% menos en 2021) o PharmaMar.

La agenda de hoy ha incluido además el IPC adelantado de febrero en España, con una sorprendente subida hasta el 7,4%, su tasa más alta en 33 años. Este dato es un reflejo más de lo que está pasando con los precios y del riesgo de que esta circunstancia acabe truncando la recuperación económica.