Los acreedores del quebrado prestamista Voyager Digital, así como la propia compañía, han rechazado la petición de la firma de inversión Alameda Research sobre la devolución de los pagos de más de 400 millones de dólares realizados antes de la quiebra de FTX. Estas transacciones corresponden a los pagos pendientes de unos préstamos que la firma de inversión de Sam Bankman-Fried había solicitado a Voyager antes de que el ‘exchange’ colapsara el pasado noviembre.
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Alameda Research (FTX) demanda a Voyager por 446 millones de dólaresSegún muestran los documentos judiciales presentados ante el tribunal de quiebras de Delaware, los acreedores de Voyager han argumentado que la “conducta injusta y fraudulenta” de Alameda costó al criptoprestamista y a sus acreedores entre 114 y 122 millones de dólares. Asimismo, en base a la jurisprudencia anterior, han señalado que el tribunal puede “reorganizar las prioridades de los intereses de los acreedores y colocar la totalidad o parte de la reclamación de un infractor en un estatus inferior, con el fin de lograr un resultado justo”.
De acuerdo con los acreedores, Alameda hizo una serie de declaraciones falsas a Voyager y a su comité de acreedores sobre la solidez de la firma de inversión, la cual afirmó tener un “mar sin fondo de criptomonedas ordinarias”. “Si el comité hubiera sabido la verdad, nunca habría permitido el acuerdo con Alameda y FTX”, han afirmado, al tiempo que han indicado que la conducta de la entonces firma de Sam Bankman-Fried podría constituir un delito.
Cabe recordar que, tras varios meses de negociación, Voyager había llegado a un acuerdo con la filial estadounidense de FTX para ser rescatada por 1.400 millones de dólares apenas un mes antes de que la firma de Sam Bankman-Fried se tuviera que declarar en bancarrota. Recientemente, la Justicia estadounidense ha autorizado a Binance US la compra de los activos de Voyager por 1.000 millones de dólares.
Por su parte, Voyager ha subrayado que “Alameda ha causado a los deudores y sus acreedores un daño sustancial” porque “hicieron una oferta por el negocio de los deudores que nunca podrían satisfacer” bajo falsas pretensiones. “Hicieron retroceder meses los esfuerzos de reestructuración de los deudores e impusieron millones de dólares en honorarios y costes adicionales e innecesarios a los patrimonios de estos deudores cuando se reabrió la licitación”, han añadido.
La votación del plan de quiebra finalizará el 22 de febrero y se espera que Voyager vuelva a los tribunales el 2 de marzo para continuar con el caso.
Cabe recordar que los abogados de FTX y Alameda señalaron que, dado que los pagos pendientes de los préstamos se efectuaron cerca de la declaración de quiebra de FTX, estos deberían poder ser recuperados y utilizados para saldar la deuda de la compañía con sus propios acreedores.
Según los representantes de la bolsa fundada por Sam Bankman-Fried, Voyager y otras empresas de préstamos de criptomonedas también fueron cómplices, “a sabiendas o imprudentemente”, canalizando fondos de clientes hacia Alameda con “poca o ninguna diligencia debida”. “El modelo de negocio de Voyager era el de un fondo alimentador. Solicitaba inversores minoristas e invertía su dinero con poca o ninguna diligencia debida en fondos de inversión de criptodivisas como Alameda y Three Arrows Capital”, han afirmado desde FTX.
Por su parte, la antigua consejera delegada de Alameda Research, Caroline Ellison, se ha declarado culpable de todos los cargos presentados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos y está colaborando con las autoridades. Asimismo, Sam Bankman-Fried continúa negando las acusaciones sobre el robo y mezclado de fondos de usuarios de FTX y sus filiales. Se espera que el fundador del quebrado ‘exchange’, que recientemente ha sido acusado de intentar influir sobre testigos clave, comparezca mañana tras ser citado por el regulador del estado de Texas para responder sobre el posible incumplimiento de normas estatales por parte de la filial estadounidense de FTX.