La fortaleza que el dólar está exhibiendo desde aproximadamente mediados de junio es innegable y auspiciada por diversos factores que llegan desde EEUU, comenzando por unos datos macro que rezuman una fuerte recuperación económica en todos los frentes y siguiendo por las expectativas, cada vez más elevadas, de que la Reserva Federal (Fed) se embarque en el 'tapering' antes de Navidad. Este contexto contrasta con cierta vacilación que los datos económicos de Europa han mostrado recientemente, lo que denota una mayor preocupación por el avance de los contagios fruto de la cepa delta del Covid-19 y con los nulos planes del Banco Central Europeo (BCE) de echar el freno en los estímulos.
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El 'billete verde' tiene ganas de subir: ¿doble suelo en el Índice Dólar?Tras el giro de la Fed a mediados de junio, el euro/dólar se precipitó hacia un rango de precios inferior al sostenido en los meses de abril y mayo, cuando el cruce se aproximó a los máximos anuales de enero por encima de 1,23 dólares. En ese momento, se encorsetó en una horquilla de precios con mínimos alrededor de los 1,1750 dólares y máximos alrededor de los 1,19 dólares, que ahora ha abandonado para caer hacia los 1,17 dólares, cambio no visto desde el 1 de abril. Este nivel es el objetivo que al inicio de la primavera fijaron los analistas de Rabobank para el euro a seis meses vista.
Explican los expertos de la entidad holandesa que "mucho ha cambiado" desde entonces, cuando elaboraron sus previsiones para la moneda única. "Con el telón de fondo del enorme apoyo fiscal y monetario estadounidense y teniendo en cuenta los programas de implantación de vacunas, este punto de vista se basaba en la suposición de que las conversaciones sobre el 'taper' -reducción de estímulos de la Fed- serían un tema dominante en el mercado, potencialmente en torno al simposio de Jackson Hole", explican. Al mismo tiempo, "asumimos que los riesgos de inflación percibidos en la zona euro y las expectativas en torno a la política del BCE probablemente se mantendrían mucho más contenidas", reconocen.
Pero ahora, "hay una opción real de que el euro/dólar rompa a la baja este soporte", señalan los analistas de Rabobank. El aumento de la creación de puestos de trabajo del mes pasado en estados unidos de caso 950.000, junto con el repunte de la inflación salarial y algunos comentarios de línea dura por parte de varios funcionarios de la Reserva Federal, podrían ser suficientes para que "el dólar se mantuviera en primera línea en el cónclave bancario de finales de este mes. Esto supone que las lecturas de los informes de inflación del IPC y del IPP de EEUU serán firmes esta semana semana", arguyen. Y avisan de que esta situación pone bajo el foco de atención la cuestión de cuánto puede bajar el euro/dólar.
Hay un par de factores claros que han añadido apoyo al 'billete verde' en las últimas semanas. La reunión de la Fed de junio fue importante para el dólar porque abrió el debate sobre si la Fed podría adelantar la primera subida del tipo de los fondos federales. "Aunque está claro que la Fed no tiene prisa, la percepción de que podría ser uno de los primeros bancos centrales importantes en elevar las tasas de interés probablemente habrá envalentonado a los alcistas del dólar", indican los expertos del banco holandés.
"La percepción de que una reducción de la liquidez en dólares podría estar en el horizonte también es probable que haya tenido un impacto en el comportamiento de los valores refugio", aducen. Una Reserva Federal ligeramente menos 'dovish' ha aumentado casi con seguridad la preocupación de los inversores por el impacto de la variante delta. Además, existen riesgos en torno a China, y las preocupaciones por el techo de la deuda de EEUU y las elecciones al Congreso de 2022 apoyan las razones para ser cautelosos.
"Cuando fijamos por primera vez el objetivo de 1,17 dólares para el euro/dólar, la variante delta aún no había aparecido", reconocen desde Rabobank. Ahora los inversores tienen que tener en cuenta la posibilidad de que se produzcan noticias sobre el 'tapering' de la Fed en un momento en el que el Covid-19 todavía es muy evidente en varias partes del mundo. "La consecuencia es un dólar más firme", indican.
A corto plazo, apuntan que "es probable que el mínimo del 31 de marzo, cercano a 1,1704 dólares, ofrezca un fuerte apoyo". "Si se rompe con claridad podría entrar en juego el mínimo del año cercano a 1,1603". El consenso del mercado para el informe sobre la inflación general del IPC en EEUU se sitúa en el 5,3% anual. "Esta publicación podría ser determinante para el dólar", concluyen desde la entidad holandesa.