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La contracción de la economía estadounidense, por segundo trimestre consecutivo, deja el país en un estado de recesión técnica que, a falta de que Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER por sus siglas en inglés) confirme, pone en alerta a los inversores, especialmente aquellos con exposición a los activos de riesgo como las criptomonedas. El mercado por ahora no parece hacerse eco de que haya un peligro, ya que según denotan algunos análisis y el reciente comportamiento de las bolsas, el apetito por el riesgo coge peso en el mercado.
No obstante, “incluso si Estados Unidos no estuviera en recesión (todavía), las señales subyacentes son preocupantes”, comenta Gilles Moëc, economista jefe en AXA Investment Managers. Sin embargo, otro ingrediente clave en el marco del NBER es el comportamiento del mercado laboral y en este sentido Moëc afirma: “Se necesitan pérdidas significativas de puestos de trabajo para que se declare una recesión “adecuada”. Así, “un número débil en los resultados de empleo que se publican esta semana, probablemente cerraría la cuadratura para una recesión”. En cualquier caso, “puede ser demasiado pronto para que la desaceleración en curso de la actividad provoque una gran disminución de los puestos de trabajo. Es posible que tengamos que esperar, lo que podría desencadenar una volatilidad significativa en el mercado”, concluye.
Estos riesgos son nuevos para los activos criptográficos que parecen haber descontado las cuestiones idiosincráticas de las criptomonedas, que derivaron en una profunda corrección de los activos digitales en los últimos 90 días, indican los expertos de Bank of America (BofA). "Asimismo, los riesgos relacionados con la subida de los tipos, la inflación y una recesión leve están probablemente descontados" por los inversores, agregan.
Sin embargo, "una recesión fuerte podría provocar otra corrección de los activos de riesgo, incluidos los criptoactivos digitales. A pesar de que los precios de los tokens han subido en las últimas dos semanas, los activos digitales han caído más de un 20% desde mediados de mayo y siguen estando muy correlacionados con los activos de riesgo", comentan. Si bien la contracción del PIB de la primera mitad del año puede no constituir una recesión, el resto del año es harina de otro costal. "La mera prolongación de la tendencia actual en la demanda interna final crearía las condiciones para una, probablemente en los últimos tres meses de 2022”, dice Moëc.
En cuánto a qué pasará exactamente en el mercado de las monedas digitales de desencadenarse tal escenario, los expertos no creen que el desenlace sea positivo en este semestre. La postura "más prudente es esperar más noticias negativas", dice Ramiro Martínez-Pardo, CEO de HeyTrade. "Los tipos de interés todavía tienen recorrido al alza, y eso drenará aún más liquidez al mercado cripto", añade.
Ahora mismo, sin embargo, y tras el semestre 'horribilis' de las monedas criptográficas, el análisis de flujos de capitales de BofA indica que el valor de mercado de los activos digitales aumentó un 11% en las últimas dos semanas, hasta alcanzar los 969.000 millones de dólares. Las stablecoins registraron 3 semanas consecutivas de entradas netas en bolsa por primera vez desde mediados de febrero, a medida que los usuarios vuelven a participar.
Las entradas netas en las plataformas de compraventa de criptomonedas durante las últimas 2 semanas compensaron sólo el 5% de las salidas netas desde principios de abril y siguieron a las salidas netas durante 15 de las 19 semanas anteriores. "La escasa oferta y el volumen de salidas netas de las criptobolsas indican que los inversores siguen siendo alcistas", dicen desde BofA. Las entradas netas en las plataformas de ETH la semana pasada se fortalecieron, tras las salidas netas de las dos semanas anteriores, "lo que indica que los inversores están aprovechando el optimismo que rodea a la aparentemente inminente 'Merge' (fusión) para recoger beneficios", dicen los expertos.