Los operadores del mercado de las criptomonedas han aprendido la lección que el bitcoin les dejó el 4 de diciembre y se lo pensaron dos veces antes de asentarse en posiciones apalancadas este pasado fin de semana. Con todo, la reina de las criptomonedas volvió a tocar mínimos de una semana el 11 de diciembre, ligeramente por debajo de 47.000 dólares, mientras las subidas se han visto limitadas durante cuatro sesiones consecutivas a los 50.000 dólares. Este panorama hace pensar a los analistas que el mercado lateral seguirá hasta conocerse la decisión de la Reserva Federal de EEUU (Fed).
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En cuanto a las 'altcoins', pese a que la semana pasada el ethereum se comportó mucho mejor que el bitcoin, este lunes apenas supera los 4.000 dólares, después de que el sábado dejara nuevos mínimos hasta 3.850 dólares en números redondos. El resto de tokens dejan caídas generalizadas y la capitalización total se ubica alrededor de 2,25 billones de dólares.
Los precios de bitcoin subieron el viernes inicialmente después de que la inflación de EEUU alcanzara un máximo de 39 años, pero el rally se estancó en la barrera de los 50.000 dólares. Los analistas se parapetan en este comportamiento para proclamar que la moneda digital no funciona realmente como parapeto a la inflación, tal como se ha estado señalando recientemente, ya que esta idea es especulativa en sí misma. Y, en general, se desvanecen a toda velocidad las esperanzas de que el criptomercado protagonice un último rally antes de que acabe el año.
Mientras hasta hace poco la mayoría de las voces clamaban por otra carrera alcista antes del 31 de diciembre, ahora, el consenso de mercado señala un final de año en los valores actuales, con los 53.000 dólares como tope para las subidas.
"El bitcoin mantiene su impulso alcista a largo plazo, pero todo en el corto plazo parece bajista", indica Edward Moya, analista de mercado de Oanda. "El bitcoin tendrá que superar las crecientes expectativas de un dólar más fuerte, una temporada extendida de ‘altcoins’ y la tendencia bajista a corto plazo para los activos de riesgo, ya que Ómicron descarrila el impulso de la reapertura tras la pandemia”, agrega.
Nadie tiene una bola de cristal para saber qué pasará con el bitcoin en el próximo mes, "pero una cosa es cierta: las últimas dos semanas nos han ayudado a descartar la idea de que el bitcoin es un activo seguro y que es una cobertura contra la inflación", comenta Ipek Ozkardeskaya, analista de Swissquote.
BUENAS NOTICIAS DE LOS MINEROS
Pese a este panorama pesimista, hay buenas noticias que llegan de la criptoesfera. Concretamente, los mineros han recuperado el rendimiento anterior al cierre de China de toda actividad relacionada con las criptomonedas.
Pekín ha llevado a cabo su mayor ofensiva contra las criptodivisas este año, forzando la mayor migración de mineros de criptomonedas de China a Estados Unidos. Los inversores deben saber que la tasa de 'hash' es una medida de la potencia de cálculo consumida por los mineros en la red Bitcoin. Cuando las autoridades chinas impusieron la prohibición de la minería de criptomonedas, la tasa de 'hash' cayó casi un 50% y, por tanto, el espacio de la cadena de bloques recibió un gran golpe.
Sin embargo, en ese momento, nadie podía proyectar que la minería del bitcoin se recuperaría en apenas cinco meses. Anteriormente, la minería en China constituía entre el 65% y el 75% de la minería mundial. Los mineros han conseguido trasladar rápidamente sus operaciones a Norteamérica.
"La lección más importante que hay que extraer de esta evolución es que las perspectivas de futuro de las monedas digitales siguen siendo positivas, como puede verse en que el espacio de la cadena de bloques no sólo sobrevive, sino que prospera incluso después de enfrentarse a su mayor prueba de resistencia", comenta Naeem Aslam, analista de Avatrade.
