La extraordinaria rentabilidad del bitcoin, de alrededor del 90% en 2021 o el ethereum, de más del 400%, pone los dientes largos a los inversores. No es raro escuchar a 'traders' de todo el mundo lamentarse por no haber entrado antes en un mercado que tiene tanto riesgo como beneficio y en el que muchos contemplan tomar posiciones más pronto que tarde.
No obstante, hay mucho mito alrededor de la estratosférica rentabilidad de las criptomonedas ya que, "cuando se ajusta al riesgo", la diferencia de rendimiento del bitcoin "se reduce considerablemente", comenta Carsten Menke, director de Next Generation Research de Julius Baer.
Reconoce el experto que los activos digitales "han ofrecido hasta ahora unos rendimientos asombrosos, que a menudo superan a los de las clases de activos tradicionales, incluso sobre una base ajustada al riesgo". "Sin embargo, cuando se tiene en cuenta el riesgo, la diferencia con los activos tradicionales se reduce y la ventaja es mucho menor", insiste. Y añade que "aunque el valor de las criptomonedas ha aumentado considerablemente en los últimos años, creemos que el poder potencialmente disruptivo de las finanzas descentralizadas podría ofrecer mucho más potencial a largo plazo".
Debido a su naturaleza incipiente, Menke asegura que "las criptomonedas siguen siendo una clase de activos muy volátil". "Las caídas temporales del 50% o más son la norma más que la excepción, y en tiempos de riesgo en los mercados financieros, las criptomonedas tienden a sufrir más que las acciones", argumenta el analista de Julius Baer. Además, "los tokens menos establecidos y más pequeños tienden a tener un mayor riesgo que los establecidos y más grandes".
Basándose en su movimiento conjunto con la renta variable, medido por su correlación, "las criptomonedas proporcionan algunos beneficios de diversificación a una cartera, pero no en la medida en que muchos pueden creer", prosigue Menke. "Las correlaciones suelen dispararse en épocas de riesgo, y las criptomonedas suelen sufrir más que la renta variable", explica. "Por lo tanto, van a la zaga de los típicos refugios como el dólar estadounidense, los bonos del Tesoro o el oro en cuanto a sus beneficios de diversificación".
En este contexto, la entidad suiza ve las criptomonedas "principalmente como un potenciador de la rentabilidad en una cartera". Detalla Menke que históricamente, esta valoración está respaldada por el hecho de que la adición de criptomonedas a una cartera más allá de una pequeña ponderación de menos del 5% provocó un aumento de los rendimientos realizados, así como de la volatilidad realizada, lo que dio lugar a una menor rentabilidad general ajustada al riesgo.
En otras palabras, "también para las criptomonedas, los riesgos y los rendimientos son dos caras de la misma moneda", sentencia. Teniendo esto en cuenta, "creemos que las criptomonedas sólo son adecuadas para los inversores que tienen la capacidad y la voluntad de asumir los riesgos relacionados". En resumen, desde Julius Baer aconsejan las criptomonedas a inversores amantes del riesgo y la desaconsejan a los reacios a él.