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Era más que previsible. El Proyecto Libra ha puesto los pelos de punta a las autoridades monetarias de todo el mundo, con alguna notable excepción, como el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney. Desde que Facebook presentó su criptomoneda, no han cesado los comentarios negativos de los bancos centrales, hasta que la Reserva Federal de EEUU (Fed) ha dado un paso al frente y le ha dicho a Mark Zuckerberg que su iniciativa “no puede seguir adelante”.

Los expertos, que ya habían advertido que el proyecto de la red social tenía demasiadas sombras y su folleto técnico, publicado en junio, dejaba un montón de preguntas sin respuesta, expresan aún más dudas sobre su viabilidad. Con la comunidad de banqueros centrales en contra, sin desdeñar la postura del presidente de los EEUU, Donald Trump, quien también ha avisado a Zuckerberg de que debe acatar la regulación, algunas voces aseguran que la divisa criptográfica de la red social tiene los días contados.

La advertencia del presidente de la Fed, Jerome Powell, se sustenta en que “libra plantea muchas preocupaciones serias con respecto a la privacidad, el lavado de dinero, la protección del consumidor y la estabilidad financiera”. Durante su comparecencia de la semana pasada ante el Congreso de EEUU, recomendó a la red social que marque un alto en el camino en el desarrollo de su moneda de cifrado hasta que no se resuelvan las preocupaciones que esta suscita.

La inquietud del banquero central entraña similitudes con otras vertidas por los principales reguladores de Europa y Asia. Sin ir más lejos, Benoît Cœuré, miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), ha descrito libra como una "llamada de atención" a los reguladores, aduciendo que no podía operar en un "vacío" fuera de la estructura típica de los bancos centrales.

Powell también confirmó que se había reunido con representantes de Facebook en los meses anteriores al anuncio de libra, en el marco de la gira mundial de reuniones de la compañía tecnológica con las autoridades financieras. Al parecer, muchos reguladores quedaron profundamente insatisfechos con estos encuentros, según asegura ‘Wired’. Más allá de la Unión Europea, los supervisores monetarios en el Reino Unido, Japón y Singapur han pedido que se someta libra a un mayor escrutinio.

A la contra del sentimiento global se ha ubicado el Banco de Inglaterra. Después de que Mark Carney dijera estar abierto a este proyecto, el gobernador del banco central de Reino Unido ha alabado las soluciones que la empresa de Menlo Park trata de proponer con su iniciativa. No obstante, su respaldo no es total. De hecho, en una conferencia el pasado viernes destacó los mismos problemas en el proyecto que habían subrayado anteriormente Powell y otros reguladores, como los cabezas visibles del Banco Popular de China o del Gobierno indio. A saber: blanqueo de capitales, terrorismo, inseguridad del sistema…

Así las cosas, crece la especulación de que la libra de Facebook no llegará a ver la luz en 2020, tal como está previsto por sus desarrolladores. Para lanzar libra con éxito, “Facebook deberá superar numerosas regulaciones financieras relacionadas con el lavado de dinero, la transferencia de capitales, mercados de valores y privacidad de los datos”, según juristas consultados. Con la dificultad añadida, además, de que las leyes difieren de una región a otra.

“Ningún funcionario ni político permitirá que una organización con la cultura de Uber, la negligencia de Facebook y la centralización de Visa reemplace a su banco central. Esta iniciativa se ha acabado incluso antes de haber comenzado”, apunta por su parte Félix Fuertes, Co-fundador de Cryptoinvest y FormaciónenInversión.com.

¿UN NUEVO PARADIGMA?

La reacción era de esperar. La propuesta del gigante de Internet es un ataque a los fundamentos del sistema monetario tradicional y a la misma esencia de los bancos centrales. La divisa de cifrado impulsada por la red social aspira a llegar donde nunca lo ha hecho el bitcoin, es decir, convertirse en un medio de pago real y competir directamente con los bancos en el diseño de todo tipo de productos financieros.

La amenaza potencial es pantagruélica: 2.400 millones de usuarios hacen temblar a las entidades tradicionales. Tras la publicación del folleto técnico de la libra de Facebook, los expertos señalaron que dispara un complejo cambio en las reglas del juego, ya que "puede convertirse en una de las mayores plataformas financieras del mundo”.

Toda la estructura de libra, que verá la luz en 2020, está diseñada para establecer un sistema en paralelo al dinero fiat. Facebook y otras 27 instituciones, entre las que destacan firmas de capital de riesgo, organizaciones sin fines de lucro, firmas de criptografía, plataformas de intercambio y proveedores masivos de servicios de tecnología, telecomunicaciones, como Coinbase, Mastercard, Visa, eBay, PayPal, Stripe, Spotify, Uber, Lyft y Vodafone, forman parte de la Asociación Libra. Con todo, pese a ejercer de facto de "banco central" de la criptomoneda, esta entidad "no definirá una política monetaria", sino que la cantidad de libra en circulación vendrá determinada exclusivamente por la demanda que haya en el mercado.

“La arrogancia de Facebook les ciega del componente clave de lo que consideramos a día de hoy dinero: la confianza”, indica Fuertes. “La buena y la mala noticia es que, probablemente, libra inspirará otra imagen de una entidad de escala similar (algunos de ellos) pero con más confianza”, añade. “Al igual que Facebook ha subcontratado el desarrollo de sus productos a SnapChat, y ahora WeChat, es probable que muchas otras firmas desarrollen la inútil idea de libra”, prosigue el experto.

En este sentido, cita a Amazon, Walmart, Apple o un banco europeo como “los candidatos a lanzar una moneda que haga competencia al Proyecto Libra”.

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