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Hace casi cinco meses, la cadena de bloques Ethereum completó con éxito lo que en aquel momento era una actualización muy complicada y que llevaba años preparándose. La conocida como ‘The Merge’ (La Fusión) permitió que la cadena de bloques redujese su consumo energético en más de un 99% tras pasar del modelo de validación de transacciones ‘proof-of-work’ (prueba de trabajo, PoW) al modelo ‘proof-of-stake’ (prueba de participación, PoS) y el precio de su ‘token’ ETH subió poco después antes de caer tras el colapso de FTX. Ahora, la cadena de bloques se prepara para dar su siguiente paso en marzo: Shanghai.

El objetivo principal de Shanghai será la implementación de la Propuesta de Mejora de Ethereum-4895, el cambio que desbloquea las retiradas de los validadores. Cuando se completó el paso del modelo PoW al PoS, la red empezó a utilizar validadores en vez de mineros para añadir bloques a la cadena, un proceso en el que los validadores deben “apostar” (‘stake’) 32 ETH en la cadena para participar en el proceso de validación de bloques.

Cada ETH apostado actúa como una especie de billete de lotería: cuantas más ETH apueste un validador, más probabilidades tendrá de ser seleccionado para “proponer” el siguiente bloque de transacciones de Ethereum y ganar algunas recompensas de la red.

Antes de que los validadores aceptaran participar en la blockchain PoS, se les informó de que sus ETH apostadas y cualquier recompensa acumulada permanecerían bloqueadas hasta una actualización posterior de la cadena. Los validadores han estado apostando ETH y acumulando recompensas desde diciembre de 2020, cuando Ethereum lanzó su "Beacon Chain" PoS en su primer paso hacia la Fusión.

Ahora, esos validadores finalmente podrán cobrar su participación ya que, una vez se complete Shanghai, se podrían liberar 16 millones de ETH al mercado, lo que podría generar una notable presión bajista al mercado. Y podrían querer hacerlo.

“Dado que los titulares de ethereum apostado han estado bloqueados durante aproximadamente dos años, existe la preocupación de que los titulares de ETH vendan sus ‘tokens’ cuando se les dé la oportunidad, lo que podría presionar el valor”, señalan los analistas de JP Morgan, quienes señalan que “se han tomado precauciones para evitar ventas significativas tras la puesta en marcha de Shanghai”.

El precio del ethereum prácticamente se ha triplicado respecto a diciembre de 2020, cuando se intercambiaba por alrededor de 600 dólares. En estos momentos, hay alrededor de un millón de ETH en recompensas acumuladas que están disponibles para ser retirados inmediatamente una vez que Shanghai se complete.

La segunda consecuencia importante de la actualización de Shanghai es que puede desencadenar un auge de la popularidad de las apuestas entre los inversores que buscan rentabilidad. Los expertos creen que es posible que los operadores se lancen a comprar ETH para apostar después de Shanghai, lo que podría contrarrestar la presión vendedora. Coinbase, que ofrece servicios de ‘staking’ a los usuarios, también podría beneficiarse sustancialmente. “Dado que los validadores pueden ganar más del 20% de los ingresos por ‘stakes’ de los clientes, vemos un potencial de ingresos significativo para intermediarios como Coinbase”, explican desde JP Morgan.

Asimismo, habrá otros cambios más pequeños en la cadena de bloques una vez se complete Shanghai, principalmente relacionadas con el gas, una especie de impuesto que los usuarios pagan para hacer transacciones en la blockchain Ethereum. Las tasas de gas pueden ser caras en momentos de gran actividad, como este enero (+29% intermensual), y los desarrolladores de Ethereum pretenden añadir mecanismos que reduzcan las elevadas tasas de gas para quienes construyen en la blockchain.

Otros grandes cambios en el protocolo de Ethereum se retrasaron desde Shanghái hasta el tercer trimestre de 2023. Entre ellos se incluye el ‘proto-danksharding’, un método para hacer que la cadena de bloques sea más escalable dividiendo la red en varias cadenas o ‘shards’ (fragmentos). También se avecinan cambios en el formato de objetos EVM (EOF), que incluye varias pequeñas actualizaciones para mejorar la máquina virtual de Ethereum.

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