Con apenas una semana de diferencia, EEUU y la Unión Europea (UE) han dado pasos firmes hacia una regulación del bitcoin y el ecosistema de las criptomonedas. Y si bien las medias aprobadas son benignas para la industria y el avance de la tecnología que se sustenta en la cadena (o cadenas) de bloques, los expertos llaman la atención sobre la postura general de los políticos en todo el mundo que es, como poco, “agnóstica”, destaca Ian Taylor, director ejecutivo de CryptoUK, cuando no directamente “destructiva”.
Noticia relacionada
Biden firma su esperada orden ejecutiva con la que regulará y desarrollará las 'criptos'La semana pasada, EEUU dio un paso de gigante tras la firma de la orden ejecutiva del presidente del país, Joe Biden, que encargó a varias agencias gubernamentales un marco regulador para estos activos, con un espíritu constructivo. Esta semana ha sido el turno de la Unión Europea (UE), cuyo Parlamento ha dado luz verde a un borrador de la ley Mercados de Criptoactivos (MiCA por sus siglas en inglés), que está en pleno desarrollo por parte del Europarlamento.
En líneas generales, la criptocomunidad valora el reconocimiento que estos pasos suponen a la tecnología de las monedas digitales, ya que legitima en cierta manera las monedas criptográficas. Asimismo, se descarta, por ahora, tanto en EEUU como en la UE una prohibición como la de China del año pasado.
Sin embargo, unos pocos destacan que el acento que el Gobierno de la primera potencia mundial pone sobre la creación de un dólar digital marca un punto de inflexión para este mercado. Robert Kiyosaki, el autor del libro ‘Padre rico, padre pobre’, está convencido de que las monedas fiduciarias digitales acabarán imponiendo su modelo y el bitcoin u otros tokens acabarán por ser perseguidos en una ofensiva que se lanzará por parte de otros Ejecutivos mundiales.
En contraposición, Nigel Green, CEO de deVere Group subraya que el mundo seguirá queriendo criptomonedas como el bitcoin por sus ventajas, incluida la conveniencia y la velocidad de sus transferencias. Pero sobre todo por el anonimato que ofrece. Esto en contraste con un dólar digital, con el cual “el gobierno podría rastrear todas las transacciones”.
En cuanto a la UE, Taylor pone el acento en la enmienda sobre el modelo prueba de trabajo, que es el que usa el bitcoin y ha recibido duras criticas por su impacto medioambiental, introducida a última hora en el texto de MiCA. De haber salido adelante, “las consecuencias habrían afectado a todos los rincones del ecosistema de las criptomonedas, desde los mineros hasta las plataformas de intercambio, y desde los custodios hasta los comerciantes”, se exclama el director ejecutivo de CryptoUK. “Es extremadamente preocupante que 23 eurodiputados hayan votado a favor de una prohibición tan destructiva -frente a 30 que votaron en contra- un enfoque contrario a la mayoría de las posiciones políticas globales”, agrega.
Se muestra crítico con la enmienda, a la que cataloga de grandilocuencia por parte de los partidos verdes sobre la cuestión válida, por otra parte, del impacto medioambiental de las criptomonedas, “sin entender completamente su alcance, lo que la industria está haciendo para remediarlo o la tecnología que lo sustenta”. Reclama ante estas reacciones un debate equilibrado en todo el mundo. Y transmite el mensaje de que “no prohíban la tecnología”. “Es como intentar prohibir Internet porque ocupa el 70% del ancho de banda de las líneas telefónicas”, compara.
"Es algo a lo que tenemos que adelantarnos, como industria. La percepción pública negativa de las criptomonedas, agravada por figuras públicas que tienen poca o ninguna comprensión de la tecnología, se está filtrando en las decisiones políticas. Y eso podría ser catastrófico para todos nosotros”, concluye el director de la plataforma.