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Más nubes se ciernen sobre Coinbase. La agencia de calificación Moody’s ha confirmado este viernes la calificación B2 para Coinbase y la calificación B1 para sus bonos sénior no garantizados, al tiempo que ha rebajado la perspectiva de la criptobolsa de “estable” a “negativa” tras la demanda interpuesta por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
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El pesimismo se instala en Coinbase: "Existe una incertidumbre considerable"Según la calificadora neoyorquina, la confirmación de las calificaciones de Coinbase refleja su “saludable posición de liquidez, sus recientes mejoras en la generación de flujo de caja derivadas de una gestión prudente de los gastos”, así como que las acusaciones de la SEC únicamente se refieran a “a algunos de los productos de Coinbase, excluyendo sus principales productos negociados”.
No obstante, también destacan que el empeoramiento de perspectiva refleja la “magnitud incierta” del impacto que los cargos de la SEC tendrán en el modelo de negocio y los flujos de caja de la criptobolsa dirigida por Brian Armstrong.
“Las posibles implicaciones para Coinbase incluyen la devolución de ganancias mal habidas, intereses y multas, y consecuencias adversas para algunas de sus ofertas de productos y actividades comerciales, incluyendo su negocio de recompensas de apuestas (‘staking’)”, explican, al tiempo que subrayan que el calendario y consecuencias financieras derivados de estos asuntos son “inciertos”.
En el lado positivo, la firma estadounidense destaca que, entre marzo de 2022 y el mismo mes de 2023, el 20% de los ingresos totales de Coinbase procedieron del comercio de bitcoin (BTC), el 13% del comercio de ethereum (ETH) y el 28% del comercio de otros criptoactivos. El resto de los ingresos de Coinbase procede de actividades no relacionadas con transacciones, incluido el 20% de los ingresos por intereses. Cabe señalar que, en su denuncia, la SEC identificó una lista de trece criptoactivos que considera valores, entre los que no incluía al bitcoin ni al ethereum, los dos principales productos de Coinbase.
“Además, Coinbase se ha beneficiado del entorno de tasas de interés más altas y reportó 241 millones de dólares en ingresos por intereses en el primer trimestre de 2023, lo que representa el 31% de sus ingresos totales para el período. Estos ingresos por intereses se obtienen de los saldos fiat de los clientes, así como de los saldos fiat que respaldan a USD Coin (USDC), un ‘token’ al que no se hizo referencia en la queja de la SEC”, añaden.
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La SEC aprieta a las criptobolsas, pero no ahoga a las criptomonedasAsimismo, Moody’s destaca que Coinbase mantenía, a cierre del primer trimestre de 2023, una “sólida” posición de liquidez, con 5.000 millones de dólares en efectivo y equivalentes y 300 millones de dólares en USDC frente a sus 3.400 millones de dólares en deuda a largo plazo (incluidos los 2.000 millones de dólares en pagarés senior garantizados con calificación sénior con vencimiento en 2028 y 2031).
Por ello, la agencia espera que Coinbase “mantenga el enfoque en la gestión de gastos que ha servido para mitigar el impacto adverso de la disminución de los ingresos por transacciones que ha sufrido tras el pico de actividad que se produjo tras el inicio de la pandemia del coronavirus”. De ser así, cree que podrían mejorar la calificación de la compañía, al igual que si una resolución favorable de la demanda de la SEC “no afecta significativamente a sus flujos de ingresos, base de costes o liquidez”.
De igual modo, ven como factores positivos el posible aumento “sustancial y sostenido” de los ingresos de negociación o la posible diversificación de los ingresos “a través del desarrollo fuerte y sostenido de flujos de ingresos no transaccionales, sin añadir un riesgo de crédito incremental significativo”.
No obstante, la delicada situación regulatoria que atraviesa la compañía no da pie a ser demasiado optimista y Moody’s ve varios factores que podrían empeorar todavía más su opinión sobre la criptobolsa.
En este sentido, la compañía cree que podría producirse una disminución “acelerada” de la posición de liquidez de la empresa, especialmente si incurre en sanciones regulatorias “significativas”. Por otro lado, ven cierto riesgo en que el ‘exchange’ pueda verse obligado a acometer una “renovación estratégica o por mandato” de su modelo de negocio, lo que podría conducir a “menores ingresos o mayores costes” y a no volver a una generación de flujo de caja libre “relativamente saludable”. Asimismo, la calificadora también contempla una reducción “sustancial y sostenida” de los ingresos por negociación, así como un efecto negativo de una posible reducción de los niveles de tipos de interés, lo que afectaría al flujo de caja libre de la empresa.
Moody’s no ha sido la única firma de análisis que se ha mostrado pesimista con Coinbase. S&P, Citi o Berenberg han expresado sus reservas con el valor tras la acción de la SEC, con esta última llegando a asegurar que entre uno y dos tercios de sus ingresos podrían estar en peligro. Por su parte, la conocida inversora Cathie Wood (ARK Invest), cree que la demanda contra Binance dejará a Coinbase sin competencia, además de afirmar que seguramente su caso se saldará con un resultado positivo. Cabe señalar que Wood es una de las mayores accionistas de Coinbase.