El mercado de las criptomonedas, en especial el bitcoin, ha sufrido recientemente un brote de volatilidad, con notables oscilaciones que irá a más a medida que la Reserva Federal de EEUU (Fed) siga en la senda de endurecimiento de su política monetaria. Este acoplamiento entre las decisiones del banco central de EEUU y el comportamiento de las criptomonedas se debe a un nuevo conjunto de participantes en este mercado “que piensan de manera muy diferente a los inversores tradicionales en las monedas digitales”, comenta Teeka Tiwari, analista de Palm Beach Research Group.
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"Afirmar que el bitcoin funciona como cobertura del riesgo geopolítico es prematuro"Este cambio de las dinámicas del mercado se debe a que el nuevo dinero que entra en las criptomonedas procede de ‘family offices’, fondos de cobertura y pequeñas instituciones. Y esto ha provocado una transición entre quienes originalmente movían y agitaban el bitcoin: las ballenas, los mineros y los verdaderos creyentes. Esos participantes siguen siendo HODLers (‘Hold On For Dear Life’) “y nunca venderán sus bitcoins”, explica Tiwari.
A diferencia de la primera oleada de inversores, que siguen viendo el bitcoin como un depósito de valor a largo plazo, los nuevos actores ven el bitcoin como un activo comercial o como activos de riesgo, al igual que las acciones tecnológicas de alto crecimiento de Wall Street. Por lo tanto, “basan sus decisiones de compra o venta de bitcoins en la tendencia prevista de los tipos de interés”, afirma el analista de Palm Beach Research Group. Ya que los tipos más altos inciden en las valoraciones de estas compañías y los modelos de los analistas apuntan a precios más bajos.
Como estos inversores ven al bitcoin como una acción tecnológica, venden. “No importa si tienen razón o no. Lo que importa en este momento es que el mercado está tratando al bitcoin como un activo tradicional de riesgo”, argumenta Tiwari. Y añade: “Eso significa que si creen que los tipos van a subir, saldrán de sus posiciones en bitcoin junto con sus posiciones en el NASDAQ (que ha bajado un 14% en el año)”.
Por lo tanto, ante los avisos de la Fed de un endurecimiento más rápido de la política y un acelerón en las subidas de tipos, este experto alerta de que “en el corto plazo, veremos precios más débiles a medida que el bitcoin se mueva al ritmo de las acciones tecnológicas”. De hecho, incide en que “no debería sorprender a nadie si el bitcoin se debilita hasta los 28.000-32.000 dólares”.
Cree el analista, sin embargo, que esta caída será una gran oportunidad de compra, ya que forma parte de una tendencia que no prevalecerá porque simplemente no se fundamenta. A su juicio, se trata de una "narrativa temporal como tantas otras que han incidido de forma particularmente especial en el precio" de la moneda digital.
“Una vez que el mercado madure, la mentalidad de estos nuevos actores cambiará. Y veremos aparecer un consenso en torno al bitcoin como depósito de valor a largo plazo”, asevera, algo que ocurrirá en unos cuatro años aproximadamente. “Cuando eso ocurra, estaremos en camino de alcanzar los 500.000 dólares de bitcoin”, vaticina, un precio que Tiwari ve posible de alcanzar a finales de 2025.