El presidente de los EEUU, Joe Biden, ha rubricado su histórica orden ejecutiva por la que ha dado instrucciones a varias agencias gubernamentales para que realicen una evaluación holística de la industria de las criptomonedas. Los expertos han alabado el paso dado por estados unidos para colocarse a la vanguardia de la innovación en criptoactivos y, en general, han evaluado la postura de la primera potencia mundial hacia esta floreciente industria como como "benigna", por lo que auguran consecuencias positivas en el crecimiento y aceptación de las monedas electrónicas y el sector de las finanzas descentralizadas.
El documento firmado por Biden este miércoles encarga una serie de revisiones e informes sobre cómo Estados Unidos debería regular y desarrollar la industria de las criptomonedas y destaca especialmente la creación de un dólar digital. Y, lo que es más importante, no ordenará a ninguna agencia federal que desarrolle nuevas regulaciones que puedan limitar el uso o la disponibilidad de los tokens digitales, según un resumen publicado por la Casa Blanca. En cambio, la orden da indicaciones a varios departamentos federales que analicen los beneficios y riesgos potenciales de las criptodivisas mientras trazan un camino para la "innovación responsable".
En particular, "pone de manifiesto el valor real del bitcoin y del dinero digital", opina Nigel Green director general del Grupo deVere, quien destaca tres puntos clave que se desprenden de la orden ejecutiva sobre criptomonedas de Biden.
"En primer lugar, las monedas digitales son inevitables en el mundo cada vez más digital en el que vivimos. Cuando la tecnología está impulsando la forma en que vivimos, trabajamos, hacemos negocios y mucho más, tiene sentido tener dinero que funcione con la tecnología también", expone. "Además, hay que recordar que los milenials, que serán los beneficiarios de la mayor transferencia generacional de riqueza -según algunas estimaciones, 60 billones de dólares-, se han criado con la tecnología, son nativos digitales. Por ello, el futuro del dinero también va a ser, sin duda, digital", añade.
A juicio del analista, este es el motivo de que alrededor del 90% de los gobiernos de todo el mundo, que representan el 90% del PIB mundial, están desarrollando activamente sus propias monedas digitales del banco central (CBDC pos sus siglas en inglés). Y añade: "Puede que China haya sido la primera gran nación industrializada en lanzar una CBDC con el yuan digital, pero no será la última. Ni mucho menos". "De hecho, parece que Estados Unidos se está poniendo al día", apostilla.
El director general de deVere destaca que en segundo lugar, "el gobierno de Estados Unidos no actuará para prohibir las criptodivisas en la mayor economía del mundo". De hecho, la orden ejecutiva hace un llamamiento a un 'enfoque coordinado y global de la política de activos digitales', y en los documentos filtrados parece que ya está siendo defendida por Janet Yellen, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos.
"Y en tercer lugar, un dólar digital subrayará por qué el mundo seguirá queriendo criptodivisas, como el bitcoin", sentencia Green. En este sentido, la potencial nueva moneda de la Reserva Federal tendría muchas ventajas, como la comodidad y la rapidez de los pagos, pero lo que no tendría es privacidad. De hecho, un dólar digital serviría para dar a las autoridades estadounidenses una supervisión aún mayor de las transacciones de los ciudadanos. "El gobierno sería capaz de rastrear todas las transacciones. Washington tendría aún más poderes de seguimiento y control", enfatiza el experto.
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Biden firma su esperada orden ejecutiva con la que regulará y desarrollará las 'criptos'Por este motivo, cree que el bitcoin y las criptomonedas -que siguen siendo dinero digital- son fundamentalmente diferentes, ya que funcionan en una cadena de bloques abierta e inmutable, o libro de contabilidad distribuido. Este hecho, cree Green que les daría ventaja.
"No sólo son un depósito de valor y un medio de intercambio, sino que tienen otras características fundamentales inherentes, como ser un sistema monetario viable, descentralizado, a prueba de manipulaciones y no confiscable. Y esto tiene un valor intrínseco para los inversores de todo el mundo", asevera. Y concluye: "La historia juzgará la firma de Biden de esta orden ejecutiva para instruir a los departamentos de todo Washington a estudiar las monedas digitales como un momento histórico".