El bitcoin sigue rebotando después de las caídas de la semana pasada que le llevaron a perder un 20% de su valor. Algunas informaciones apunta a que una pequeña parte de la recuperación viene de Hong Kong y del interés que despierta la 'cripto' por antonomasia en la ciudad.
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Mark Cuban vuelve a cargar contra el bitcoin: "Prefiero tener plátanos"La crisis política en la que vive sumida la región bajo dominio del Gobierno chino ha provocado un pico de interés en las monedas digitales. Los disturbios ciudadanos que se suceden casi ininterrumpidamente desde el verano han cambiado la forma en que los ciudadanos perciben la economía. El interés local en bitcoin ha alcanzado niveles sin precedentes, lo que puede ser una señal de que la ciudadanía estáa recurriendo a esta moneda como una alternativa potencial a su sistema financiero y bancos tradicionales, según explica el medio especializado 'Decrypt'.
Según datos de CoinDance, la compra-venta de bitcoins en Hong Kong se ha disparado la última semana hasta un máximo histórico de más de 1,5 millones de dólares, que supera el anterior récord de finales de enero de 2018. En un mercado de 221.000 millones de dólares, de los 149.000 se atribuyen al bitcoin, este volumen apenas representa un 0,1% de estas cifras, pero abre la puerta a que la región se llegue a convertir en un hub de referencia mundial en el comercio de 'criptos'.
Por ahora, no obstante, es un reflejo directo del convulso momento que vive la región, que ha tenido un impacto sustancial en la economía local y un declive paulatino del dólar de Hong Kong. De hecho, expertos como el analista de eToro Mati Greenspan, explican que "algunos manifestantes de Hong Kong están viendo al bitcoin como una forma de optar por no participar en la economía local, que está dirigida por gobiernos e instituciones financieras".
Hong Kong es escenario desde hace ya 16 semanas de protestas a favor de la democracia que comenzaron como rechazo a un proyecto de ley de extradición que contemplaba el envío a la China continental, el cual ya ha sido completamente abandonado por Lam. Sin embargo, ha seguido habiendo manifestaciones, aunque menos multitudinarias.
El territorio volvió bajo soberanía china en 1997 gracias a un acuerdo con Reino Unido por el cual China se comprometía a mantener el régimen de derechos y libertades del que había disfrutado la península durante el dominio colonial, lo que dio lugar al principio de "un país, dos sistemas".