El bitcoin ha arrancado octubre de forma estelar, con subidas del 20% en los apenas seis días que llevamos de mes. Además, llama con ganas a la puerta de la barrera psicológica de los 50.000 dólares, bastión que debe conquistar para rebasar los máximos de septiembre en 53.000 dólares, cuya superación con holgura impulsará el precio hacia el hito histórico de abril, en 65.000 dólares, si hacemos caso al análisis técnico. Pero pese a que todas las señales son positivas, el mercado está esperando un catalizador que dispare el hambre de los inversores y todo apunta a que será la esperadísima aprobación de los fondos cotizados (ETF por sus siglas en inglés) del bitcoin, un logro de este mercado repetidamente anunciado y nunca alcanzado.
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La SEC de EEUU aplaza otros 45 días su decisión de cuatro ETFs del bitcoinEl regulador de los mercados de EEUU (Securities and Exchange Commission, SEC) lleva más de cinco años debatiéndose sobre si dar su beneplácito o no a un producto de inversión de estas características. Donde otros países como Canadá llevan desde febrero permitiendo que sus inversores institucionales saquen réditos de los ETF de la criptomoneda, EEUU no ha dado el paso por diversos motivos que ha aducido el supervisor como la falta de madurez del mercado, la volatilidad, la manipulación, la poca supervisión y la protección de los inversores.
Así, año tras año desde 2016, la SEC ha ido negando o posponiendo las repetidas peticiones que han llegado a sus registros. Ahora, nombres tan ilustres como Grayscale Bitcoin Trust, Fidelity Investments, VanEck, WisdomTree Investments (WETF), SkyBridge Capital, Valkyrie Digital Assets y NYDIG Asset Management esperan el veredicto de la SEC, que sigue echando el balón hacia adelante, aunque algo ha empezado a cambiar en el regulador que permite una elevada dosis de optimismo hasta el punto de que hay vaticinios de que la luz verde del supervisor llegará este mismo mes, pese a que se perfila una aprobación de fondos cotizados en la reina de las 'criptos' respaldados por futuros y no por el contado.
Hacia finales de septiembre, el presidente de la SEC, Gary Gensler, fue claro en su apoyo a este tipo de productos, en concreto se refirió a aquellos que invierten en contratos de futuros que cotizan en la Bolsa Mercantil de Chicago y se registran bajo la Ley de Sociedades de Inversión de 1940. La llamada "Ley 40". "Proporcionan importantes protecciones a los inversores", comentó durante una conferencia del Financial Times. "Estoy deseando que el personal (de la SEC) revise esas presentaciones", dijo en referencia a las solicitudes que el supervisor estadounidense tiene sobre la mesa.
En un discurso anterior, pronunciado en agosto, el presidente de la SEC exhibió un tono similar, lo que desencadenó una avalancha de solicitudes de ETF de futuros del bitcoin hechos a medida. Ninguno ha sido aprobado por el supervisor, pero los observadores del sector esperan que la decisión se adopte en octubre, con un 75% de posibilidades según el analista senior de ETFs de Bloomberg, Eric Balchunas, quien aseguró en Twitter que el regulador tiene "programado" un veredicto en este sentido.
En este contexto, los inversores se muerden las uñas de impaciencia ante este desenlace. La aprobación, cuando llegue, “será un momento más importante que la compra por parte de Elon Musk de 1.500 millones de dólares en bitcoins para la tesorería corporativa de Tesla, más significativo que el hecho de que PayPal permita a sus usuarios comprar, vender y mantener criptomonedas, y mayor que la OPV de Coinbase”, explica Nik Bhatia, profesor adjunto de finanzas y economía empresarial en la Universidad del Sur de California.
Los números que se manejan dan una idea aproximada del revulsivo que supondrá para el mercado. Actualmente, el valor de los productos cotizados en bolsa de materias primas a nivel mundial asciende a 263.000 millones de dólares, según datos de iShares. Teniendo en cuenta que no todos los fondos de inversión aparecen en la lista, es razonable suponer que la cifra real supera los 500.000 millones de dólares.
Esto significa que una mera asignación del 1% de esta clase de activos específicos equivale a 5.000 millones de dólares, y tal inversión sería seguramente suficiente para impulsar el precio de Bitcoin por encima de su máximo histórico de 65.000 dólares, comenta 'CoinTelegraph'.
Los expertos concluyen que si se aprueba un ETF del bitcoin, cae esperar que los operadores se dejen llevar por el efecto FOMO (Fear of Missing Out) y se adelantarán a la entrada potencial de capitales tan pronto como se anuncie la aprobación.