Nuevo episodio en el caso FTX. La nueva administración de la fallida criptobolsa ha reclamado la restitución de más de mil millones de dólares en efectivo y acciones a Sam Bankman-Fried, fundador y antiguo consejero delegado de la compañía, y otros antiguos ejecutivos de la firma.
Según consta en documentos judiciales, FTX emitió acciones por valor de más de 725 millones de dólares a Bankman-Fried, al ex director de tecnología y cofundador Gary Wang, al director de ingeniería Nishad Singh y a la exdirectora ejecutiva de Alameda Research Caroline Ellison. De estos 725 millones de dólares, 447,8 millones supuestamente fueron a parar a Singh, y la demanda argumenta que se registraron como un préstamo entre Singh, Alameda Research y FTX.
De igual modo, FTX señala que se transfirieron alrededor de 5 millones de dólares al grupo para comprar bienes inmuebles y que el padre de Bankman-Fried, Allen "Joe" Bankman, recibió 10 millones de dólares de Alameda para "gastos legales".
"En realidad, nadie pagó por las acciones y nadie tenía intención de hacerlo", argumenta la defensa de la actual administración de FTX. De igual modo, la criptobolsa ha señalado que muchas de estas transacciones se realizaron mientras la compañía era insolvente.
Aunque en un principio FTX prohibió las cuentas con saldo negativo, Bankman-Fried presuntamente ordenó a sus socios que modificaran el código de la bolsa. "Aalrededor de julio de 2019, Bankman-Fried dirigió a uno o más de sus co-conspiradores o individuos que trabajaban a sus órdenes para modificar el software para permitir que Alameda mantuviera un saldo negativo en su cuenta en el intercambio", aseguran.
Debido a esta alteración, FTX fue capaz de continuar actuando como si no pasara nada mientras su déficit no paraba de crecer." En marzo de 2022, Ellison "estimó en privado que el intercambio FTX tenía un déficit de efectivo de más de 10 mil millones de dólares", agregó la defensa.
La demanda también alega que estos ejecutivos crearon un entorno en el que tenían "un poder prácticamente ilimitado" para supervisar las transferencias de activos fiduciarios y criptoactivos, además de otorgarse a sí mismos el poder de contratar y despedir empleados sin "ninguna supervisión efectiva" sobre cómo ejercían estos poderes.
En los últimos meses, la nueva administración liderada por John J. Ray III ha podido recuperar numerosos activos malversados por la anterior administración como parte del proceso de reestructuración de la compañía. Por su parte, Bankman-Fried se ha declarado no culpable y ha conseguidode que se desestimen algunos cargos presentados contra ñel por la Justicia de EEUU, aunque otros de sus antiguos socios han llegado a acuerdos de colaboración con los fiscales estadounidenses para conseguir una reducción de su condena.