La quebrada criptobolsa FTX ha demandado a antiguos empleados de Salameda, una entidad hognkonesa afiliada a la compañía, presuntamente controlada por el fundador y ex consejero delegado Sam Bankman-Fried, a la que reclaman 157 millones de dólares.
En la demanda se alega que Michael Burgess, Matthew Burgess, su madre Lesley Burgess, Kevin Nguyen, Darren Wong y dos empresas poseían o controlaban varias firmas que tenían cuentas registradas en FTX.com y FTX US y retiraron activos de forma fraudulenta en los días previos a la quiebra de FTX.
Según la defensa de FTX, durante los 90 días anteriores a la declaración de quiebra del 11 de noviembre de 2022, los acusados recibieron el beneficio de retiros que constituyen transferencias preferenciales y "son evitables bajo el Código de Quiebras". Asimismo, aseguran que los acusados se apresuraron a retirar activos y explotaron sus conexiones con el personal de FTX para asegurarse de que se les daría prioridad sobre otros clientes.
Las transferencias se completaron apenas unas horas antes de que FTX detuviera las retiradas el 8 de noviembre de 2022. Más de 123 millones de dólares del total de 157,3 millones (basado en el precio del 31 de agosto de 2023) se retiraron el 7 de noviembre o después. Las transferencias se hicieron "con la intención de obstaculizar, retrasar o defraudar a los acreedores presentes o futuros de FTX US", según la declaración.
FTX alega además, citando mensajes en la aplicación de comunicaciones Slack, que Matthew Burgess alistó a otros empleados de FTX para "expulsar" ciertas solicitudes de retiro pendientes de una de las cuentas de cambio FTX US de Michael Burgess, mientras tergiversaba la cuenta como propia.
Cabe señalar que Bankman-Fried se encuentra actualmente en la cárcel preparándose para su juicio, cuyo inicio está previsto para el 3 de octubre. El jueves, un tribunal de apelaciones rechazó su intento de salir de la cárcel antes del inicio del proceso.