El anuncio de esta semana de Mark Zuckerberg sobre la transformación de su red social en Meta, ha puesto el foco sobre el llamado metaverso en el que la criptocomunidad ya lleva algún tiempo trabajando. El objetivo de desarrollar una estructura de comunidades y negocios apela directamente a este concepto, como el mismo fundador de Facebook ha reconocido, y ha provocado un doble efecto en el sector de la criptografía, donde su pretendida revolución ha levantado ampollas.
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Por un lado, le han llovido las críticas a Zuckerberg por, con su giro corporativo, tratar de apropiarse de una idea que fue creada en 1992 por Neal Stephnson en su novela 'Snow Crash' y que varios proyectos, como Decentraland, están desarrollando en la blockchain. Por otra parte, la atención mediática recibida por lo que se ha descrito como un lavado de imagen ante los muchos escándalos en los que se halla envuelto Facebook ha impulsado los tokens de estos proyectos.
El metaverso que imagina Facebook no es suyo y está en contraste con el concepto de fondo del mundo 'cripto', que tiene como piedra angular la descentralización, comenta Emanuele Giusto Kantfish, autor del libro 'Crypto Jungla: El Low Cost Llega a la Finanza'. "El metaverso del mundo cripto es propiedad de sus usuarios", explica, como en el caso de Decentraland, por ejemplo (el mundo virtual más famoso poblado ya por 60 millones de crypto-ciudadanos).
En cambio, "el metaverso que propone Mark Zuckerberg apunta a replicar en 3 dimensiones su visión voraz del capitalismo verticista y piramidal, totalmente centralizado, donde quien gana es una especie de Leviatán central, mientras los usuarios se convierten en algo más similar a un producto", asegura el autor.
Carga con dureza el escritor contra el proyecto de Facebook, ya que "uno de los conceptos fundamentales del fenómeno crypto es la generación y redistribución del valor. Lo que a veces se llama la democratización de las finanzas". "La de Facebook es una manifestación completamente contraria a la estrategia de cambio colectivo del pueblo crypto", lamenta.
El aspecto positivo es que en el mundo crypto lo que haga Facebook poco importa, y en los días siguientes al anuncio del MetaFacebook, el MANA, la moneda de Decentraland, ha tenido un crecimiento récord. Igualmente, el STARL, del metaverso StarLink, ha doblado su valor en pocos días.
El anuncio de Facebook se dio a conocer el pasado 28 de octubre, Al día siguiente el mana registró un incremento de precio que fue desde los 0,87 dólares hasta alcanzar los 1,4 dólares, una subida del 80%. El 30 de octubre consiguió su máximo histórico sobre los 4,7 dólares, aumentando más del 400%. Desde entonces ha perdido aproximadamente el 50% de su valor y cotiza alrededor de 2,5 dólares. Su capitalización de mercado es de 4.500 millones de dólares.
Decentraland, que crea un mundo virtual muy similar al Second Live permite a sus usuarios conectarse a través de un ordenador, pero otras iniciativas juegas con la realidad virtual que propone Facebook, como NFT Oasis.
¿Y LA MONEDA DE META?
Otros analistas van un paso más allá y se preguntan cual será la moneda de Meta. Durante años, Facebook ha intentado desarrollar y lanzar su propia moneda digital, primero llamada Libra y ahora llamada Diem. "Una forma de estimular la adopción de esta moneda digital podría ser convertirla en una moneda de reserva", explican los analistas de Wisdom Tree. "Si las realidades físicas y de virtualidad se están difuminando, esto significa que la Diem podría introducirse más rápidamente al uso diario y volverse accesible y utilizable como resultado junto con otras monedas existentes", agregan.
"Si esta visión de un metaverso monolítico de Mark Zuckerberg lo hace sentir incómodo, la buena noticia es que es poco probable que una sola corporación pueda construir, mantener y subsumir o excluir todos los demás mundos virtuales", prosiguen. "El resultado más probable es un conjunto de metaversos diferentes que hacen uso de protocolos interoperables y software de código abierto", concluyen los analistas de la gestora.