El bitcoin ha rubricado su primera semana de 2022 bajo una intensa presión vendedora, que ha llevado al criptoactivo por excelencia a ceder hasta nuevos mínimos desde septiembre de 2021. En los primeros 10 días del año, la reina de las criptomonedas ha sufrido una nueva corrección del 13% y ha puesto a prueba su soporte en la franja de los 40.000 a 42.000 dólares. Además, se ha marcado una racha de caídas de seis días consecutivos, la más larga de 2018.
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Este lunes el mercado de las criptomonedas vuelve a sucumbir a las ventas y niega el rebote de las últimas horas, hasta precios por debajo de 42.000 dólares, después de los mínimos del sábado. En cuanto al ethereum, la historia se repite, con caídas este fin de semana hasta la barrera de los 3.000 dólares, hacia donde vuelve este lunes En general, el resto de tokens se han girado a la baja y la capitalización total se halla en 1,9 de dólares.
La ventas en los criptoactivos se vieron espoleadas por la publicación de las actas de la Reserva Federal de EEUU (Fed). El banco central más poderoso del mundo señaló un edurecimiento de su política monetaria más rápido de lo esperado, ya que el documento confirmo un fuerte sesgo 'halcón', por lo que los mercados han empezado a descontar un 90% de posibilidades de una subida de tipos tan pronto como en marzo.
Asimismo, el conflicto político en Kazajistán, añadió presión vendedora al bitcoin la semana pasada, ya que los cortes de internet y los problemas de suministro eléctrico han creado un caos en el mercado. Después de los problemas de prohibición en China, los mineros se trasladaron al país de Asia Central, convirtiendo así en el segundo país del mundo en minar criptomonedas, por detrás de Estados Unidos, representando a día de hoy algo más de un 15% en producción del bitcoin.
En el panorama general, "parece probable que los máximos históricos del bitcoin y el ethereum se vean limitados durante la mayor parte de 2022 como resultado del endurecimiento del banco central", señala la firma QCP Capital en su canal de Telegram.
A lo anterior se añadió el viernes los datos del informe de empleo de EEUU, que apuntaron a un fuerte incremento salarial, algo que "sólo les dará más motivos para actuar para frenar el ritmo de la inflación", indica Craig Erlam, analista de Oanda. "Si la política monetaria laxa ha sido uno de los principales catalizadores del auge del bitcoin en los últimos dos años, entonces a los criptodivisas les espera un duro 2022, ya que los bancos centrales, incluida la Fed, están en modo de endurecimiento", añade el experto.
Por el momento, el análisis técnico indica que el cierre semanal por debajo de 42.000 dólares envía una señal negativa, pero "creo que los 40.500-39.500 dólares son los verdaderos niveles a vigilar", explica Jeffrey Halley, analista de Oanda. "Considero que las ventas han llegado demasiado lejos de una forma demasiado rápida. El indicador de fuerza relativa (RSI) se ha movido a un territorio de sobreventa, lo que sugiere que bitcoin podría subir desde aquí. No veo ninguna razón por la que no pueda recuperar los 45.000 dólares a corto plazo", concluye el experto.
