La forma en que los inversores tradicionales se aproximan al bitcoin no es la más adecuada, en opinión de los expertos de Fidelity, ya que suelen tratar al bitcoin de la misma forma que cualquier otra inversión tecnológica. Señalan estos expertos que, sin embargo, el primer avance del bitcoin "no fue como tecnología de pago superior, sino como forma de dinero superior", ya que como bien monetario "el bitcoin es único".
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JP Morgan rebaja su objetivo de precio del bitcoin de 150.000 a 38.000 dólares y estas son las razonesAsí, los expertos de esta firma de inversión que se halla en la carrera para lanzar fondos cotizados del bitcoin en EEUU, sostienen en su informe 'Bitcoin First', que "el bitcoin debe ser considerado, en primer lugar, para entender los activos digitales, y, después, por separado de todos los demás activos digitales que han venido después". "Los inversores que trabajan en su comprensión del ecosistema de activos digitales y crean un marco para considerar la inversión en el espacio probablemente se beneficien de segmentar el bitcoin y todos los demás", explican, y sugieren tratar las "inversiones en activos digitales como decisiones separadas".
Esto simplifica el proceso de construcción de la cartera y permite que los asignadores tomen dos decisiones simultáneas pero diferenciadas. Por un lado, "la importancia de mantener la exposición al activo monetario más escaso en esta categoría de activos digitales emergentes (el bitcoin)", mientras que, por otro, "también se considera el potencial de exposición a la innovación y la experimentación en curso dentro del ecosistema fuera de bitcoin (el resto de 'altcoins')".
Dado el aumento de la competencia y las posibles vías de fracaso de muchos de estos proyectos, "la asignación a los tokens que no son bitcoin se realiza a menudo con una mentalidad similar a la del capital riesgo", aseveran los expertos del gigante de la gestión de activos. En lugar de elegir un proyecto concreto, "los inversores suelen tomar pequeñas posiciones en muchos nombres individuales". "Esto suele dar lugar a la búsqueda de una solución de gestión activa para hacer frente al aumento de la complejidad general", prosiguen, algo que "muestra un marcado contraste con un simple enfoque de sólo bitcoin en este espacio de activos digitales".
SOBREESTIMAR LOS RIESGOS DEL BITCOIN
En cuanto al lugar de estos activos en una cartera de inversión tradicional, los inversores deben dirimir primero los factores clave de riesgo y rendimiento de sus respectivas tesis de inversión. En cuanto al bitcoin, "la ventaja de ser el primero en llegar ha provocado la falta de una verdadera competencia en su uso principal como activo monetario y depósito de valor, y crea un perfil de rentabilidad drásticamente diferente para los inversores en la moneda de Satoshi Nakamoto", indican desde Fidelity.
En cuanto a los riesgos intrínsecos a este activo, que antes se esgrimían como razones para hablar de su desaparición, "muchos se han desvanecido y cada día la red se fortalece con más usuarios, mineros e infraestructura", afirman. Y argumentan que casi todos los contratiempos que el bitcoin sigue teniendo hoy en día pueden verse también en cualquier otro activo digital, "siendo los ataques de estados-nación y los fallos de protocolo dos de los riesgos más notables de la red".
Uno de los grandes peligros para este ecosistema es la posibilidad de que grandes países se opongan a su crecimiento, como ha ocurrido en China. "El panorama geopolítico hasta la fecha ha hecho que una regulación adecuada parezca mucho más probable que la ilegalización", señalan al respecto. En cualquier caso, "el bitcoin está mejor posicionado para defenderse de ataques coordinados debido a su priorización de la descentralización".
En cuanto a los fallos de la red en sí, el del bitcoin "es el protocolo con menos probabilidades de encontrar un fallo importante en esta etapa de su vida, dado que ha existido durante más tiempo que cualquier otro proyecto, tiene un código intencionadamente simplista y tiene una recompensa de 1 billón de dólares para cualquiera que sea capaz de explotarlo", analizan desde Fidelity.
Eso sí, matizan que "no es que pensemos que una asignación a bitcoin está libre de problemas, sino que creemos que algunos inversores están sobreestimando los riesgos a la baja de bitcoin en comparación con otros activos digitales".
En conclusión, "los baches a los que se enfrenta bitcoin hoy en día parecen menores en comparación con el resto de activos digitales, dada la falta de complejidad del código y el énfasis en la descentralización". "La escasa o nula competencia en su caso de uso principal y los 13 años de funcionamiento como almacén de valor contribuyen a reforzar la idea de que el bitcoin se convertirá en una moneda de cambio", insisten a modo de colofón.