El inesperado giro de 180 grados que ha dado Tesla con respecto a la aceptación de pagos con bitcoins para la compra de sus vehículos ha despertado todo tipo de dudas entre los inversores sobre si otras empresas seguirán sus pasos. Asimismo, el mercado se cuestiona qué hará ahora la compañía de vehículos eléctricos con los 1.500 millones de dólares en la reina de las 'criptos' que tiene en su balance, puesto que ha prometido no vender ni comprar más activos de este tipo por las ingentes cantidades de energía que consumen.
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Tesla machaca al bitcoin, que cae a 50.000, tras suspender los pagos con la 'cripto'Los tenedores de títulos de la compañía "se preguntarán dónde deja esto a la empresa de Elon Musk", expone Laith Khalaf, analista financiero de AJ Bell, "ya que la decisión de inmovilizar sus activos en bitcoins los expone completamente a los movimientos del precio, tanto positivos como negativos".
Esta decisión "no afectará materialmente a las operaciones principales de Tesla, después de todo, los consumidores pueden seguir pagando sus coches en dólares, euros, libras y yuanes", prosigue. Sin embargo, "plantea interrogantes sobre su compra de una gran cantidad de la criptomonedas hace menos de seis meses. Puede que Tesla haya ganado 101 millones de dólares con las operaciones en bitcoins en los tres primeros meses del año, pero ahora los inversores se preguntarán legítimamente si ese dinero podría haberse invertido mejor en otra cosa", argumenta Khalaf.
Con todo, Musk no ha cerrado la puerta al bitcoin por completo y Tesla ha señalado que volverá a utilizar la criptodivisa una vez que haga la transición a un uso de energía más sostenible. "Incluso si eso sucede, uno podría preguntarse si esa energía no podría utilizarse de forma más productiva en la economía global, en lugar de resolver un problema de pagos que para la mayoría de la gente, simplemente no existe", apunta el analista.
"El movimiento de Tesla podría servir como una llamada de atención a las empresas y consumidores que utilizan el bitcoin", que hasta ahora no habían considerado su huella de carbono, avisa el experto de AJ Bell. "La decisión de Tesla sin duda presiona a otras grandes empresas que aceptan el bitcoin para que revisen sus práctica". En definitiva, "esto pone de manifiesto que la adopción a largo plazo de las criptodivisas por parte de las empresas, los consumidores y los inversores es todavía muy incierta, como ha señalado la propia Tesla", redondea este analista.