El mercado de las criptomonedas contiene el aliento en las vísperas de uno de los momentos más significativos de su historia. Ethereum, la cadena de bloques en la que se basa la segunda criptomoneda más importante del mundo, el ether, se someterá de forma inminente a una importante actualización que tiene como objetivo reducir drásticamente la cantidad de energía necesaria para crear nuevos tokens y realizar transacciones.
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En esencia, el evento denominado como ‘La Fusión’ (‘The Merge') es un cambio de consenso Proof-of-Work (PoW) -prueba de trabajo-, que consume mucha energía y, por lo tanto es criticado por su elevado impacto medioambiental, a un mecanismo de consenso Proof-of-Stake (PoS) -prueba de participación-. Dicho de otra manera, la segunda mayor cadena de bloques abandona el protocolo de minado -generación de tokens- del bitcoin por otro que reduce en un 99% su gasto energético.
En un sentido literal, la cadena de bloques de Ethereum va a fusionarse con otra cadena de bloques, la llamada cadena ‘Beacon’, donde se han venido desarrollando todas las pruebas y actualizaciones, cambiando radicalmente la forma en que procesa las transacciones y cómo se crean los nuevos tokens.
La Fundación Ethereum, una destacada organización sin ánimo de lucro que dice apoyar a la cadena de bloques, afirma que la fusión allanará el camino para otras actualizaciones de la cadena de bloques que facilitarán transacciones más baratas. En concreto, la llamada actualización de Ethereum 2.0, que se prevé que tenga lugar a finales de 2023. Los altos costes y la lentitud de las transacciones son actualmente dos de los principales problemas que tienen los usuarios con la red Ethereum.
¿Cuándo se producirá?
En realidad ya ha empezado. Lo hizo el 6 de septiembre con el despliegue de la actualización ‘Bellatrix’ y está programada para completarse entre el 10 y el 20 de septiembre, aunque el momento exacto es incierto. Las estimaciones independientes apuntan al 15 de septiembre como fecha probable.
La última hora de las informaciones alrededor de este acontecimiento pasa por que se ha completado con éxito el último 'shadow fork' -los requisitos previos para la actualización de la cadena de bloques-, lo que deja la red Ethereum lista para fusionarse.
¿Qué cambiará?
La novedad más importante que entraña el cambio de consenso es la forma en que se verifican las transacciones de la cadena de bloques. Hay diferentes modelos, pero los dos principales son los antes mencionados PoW y PoS. En el sistema de prueba de trabajo que utilizan actualmente Ethereum y el bitcoin, cada transacción es verificada por los llamado mineros.
Estos son individuos o colectivos que mantienen la red a base de esfuerzo computacional, es decir, mediante equipos de hardware que resuelven complejos rompecabezas matemáticos y actualizan constantemente la ‘blockchain’, obteniendo nuevos tokens como recompensa. Aunque esto hace que los registros de la cadena de bloques sean seguros, consume mucha energía.
En el sistema de prueba de participación, los propietarios de ethers bloquearán cantidades fijas de sus monedas para comprobar nuevos registros en la cadena de bloques, ganando nuevas monedas además de sus cripto "apostadas”. Sin embargo, este modelo entraña otros peligros, como que un solo validador acumule la mayor parte de los ethers bloqueados y altere la red.
¿Qué impacto se espera?
En anticipación a este acontecimiento, los inversores han estado impulsando el ethereum, cuyo precio ha remontado un 80% desde sus mínimos del año, hasta el punto que los analistas de Julius Baer creen que se ha desacoplado de la dinámica negativa del mercado. Otros analistas esperan un rally antes de que concluya ‘La Fusión’ que podría sucederse por un movimiento ’sell the news’, en cuanto finalice.
En líneas más generales, muchas voces del mercado defienden que el cambio de consenso hará que el ethereum acabe superando al bitcoin en términos de precio, aceptación y facilidad de uso.
Eso podría hacer que las aplicaciones de Ethereum se utilizaran más ampliamente. Los inversores apuestan por que el cambio será significativo para el precio del éter, que ha ganado más del 50% desde finales de junio, frente a la ligera pérdida del Bitcoin.
También podría ser más fácil para los desarrolladores construir programas en la red Ethereum, lo que podría impulsar su adopción. Aun así, es probable que esas actualizaciones estén a meses, si no años, de distancia.
¿Habrá perdedores y ganadores tras ‘La Fusión’?
Los expertos de 'Nasdaq' así lo creen. Indican que tanto las finanzas descentralizadas (DeFi), que incluyen cientos de proyectos construidos sobre Ethereum, como los tokens no fungibles (NFT) saldrán ganado con el nuevo protocolo. Los expertos subrayan también que el ‘Merge’ es solo una de las primeras fases de una serie de actualizaciones de la cadena de bloques que desplegará una cantidad enorme de utilidades para las DeFi, los NFT y otras aplicaciones.
Los perdedores indiscutibles son los mineros, ya que este sistema de validación quedará inmediatamente obsoleto. La comunidad de validadores de Ethereum intentará establecer un ethereum que se mantenga con el consenso PoW, pero los expertos opinan que no tendrá recorrido.
Por último, al menos en el corto plazo, los analistas consultados coinciden en señalar que toda la comunidad ‘cripto’ puede verse afectada por un incremento de la volatilidad, derivado de la incertidumbre alrededor de esta fusión. El cambio de protocolo es un hecho inédito en este sector, con una elevada complejidad técnica y riesgos desconocidos, dada la magnitud de la migración que se plantean sus desarrolladores. En definitiva, llaman a estar preparados para cierta cantidad de caos esta semana.