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Los gemelos Winklevoss, dueños del `exchange` de criptos Gemini.GEMINI

El consejero delegado de la bolsa de criptomonedas Gemini, Cameron Winklevoss, ha amenazado con demandar a Barry Silbert, CEO de Digital Currency Group, matriz del quebrado criptoprestamista Genesis, por la deuda de 900 millones de dólares adquirida a raíz del Gemini Earn, del cual Genesis formaba parte.

“Nos hemos estado preparando para emprender acciones legales directas contra Barry, DCG y otros que comparten la responsabilidad del fraude que ha causado daños a los más de 340.000 usuarios de Earn y a otras personas engañadas por Genesis y sus cómplices”, ha señalado Winklevoss en Twitter, donde ha acusado a SIlbert y al conglomerado que dirige por “rechazar ofrecer a los acreedores un acuerdo justo”. Sobre la quiebra, el CEO de Gemini ha señalado que es “un paso crucial” en su camino para intentar recuperar los activos de sus clientes.

Gemini y Genesis se asociaron en febrero de 2021 creando un producto de Gemini llamado Earn, que promocionaba rendimientos de hasta el 8% para los clientes. Genesis prestaba los activos digitales de los usuarios de Gemini y enviaba una parte de los beneficios de vuelta a Gemini, que luego deducía una comisión de agente, a veces superior al 4%, y devolvía el beneficio restante a sus usuarios. El programa fue finalizado a principios de este mes de enero después de que Genesis y posteriormente Gemini pausaran las retiradas como consecuencia del colapso de FTX.

Para Winklevoss, la “buena noticia” de la bancarrota de Genesis es que, “al solicitar la protección del tribunal de quiebras, Genesis estará sujeta a supervisión judicial y se le exigirá que aporte pruebas sobre las maquinaciones que nos han llevado a este punto”. “La decisión de declarar a Genesis en quiebra no exime de responsabilidad a Barry, DCG y otros infractores”, ha añadido el dirigente del ‘exchange’, quien ha asegurado que utilizarán “todas las herramientas a nuestra disposición para maximizar la recuperación de (los activos de) los usuarios de Earn y otros afectados”.

“También creemos que -además de deber a los acreedores todo su dinero- Genesis, DCG y Barry les deben una explicación. El tribunal de quiebras proporciona un foro muy necesario para que eso suceda. La luz del sol es el mejor desinfectante”, ha concluido Winklevoss.

No es la primera vez que Winkevoss lanza estas acusaciones a Silbert y Digital Currency Group, ya que a principios de año publicó una carta abierta en la que los señalaba directamente como los culpables de la situación que estaban atravesando los clientes de Gemini y de mezclar fondos de sus compañías.

En dicha misiva, el CEO de Gemini acusaba a Silbert de utilizar el dinero de los clientes de Gemini para “alimentar codiciosas recompras de acciones, inversiones de riesgo ilíquidas y operaciones kamikaze con el valor neto de los activos de Grayscale que inflaron los activos bajo gestión generadores de comisiones de su fondo”. Desde entonces, las acusaciones de los hermanos Winklevoss han ido aumentando en frecuencia y gravedad.

Cabe recordar que la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos acusó formalmente a ambas compañías de vender valores no registrados en el programa Earn. Según cálculos del regulador, en los tres primeros meses del año pasado, Gemini ganó alrededor de 2,7 millones de dólares en comisiones de agente con el programa Earn. Durante el mismo período, Genesis pagó 166,2 millones de dólares en intereses a clientes, incluido Gemini, sobre 169,8 millones de dólares de ingresos por intereses. Entre los prestatarios institucionales de Genesis figuraban Three Arrows Capital y Alameda Research, brazo inversor de Sam Bankman-Fried.

Según los documentos presentados ante el tribunal de quiebras, Genesis ha calculado más de 100.000 acreedores y unos pasivos agregados que oscilan entre los 1.200 y los 11.000 millones de dólares. Según el malogrado criptoprestamista, su esperanza es que el proceso de reestructuración deje dinero para pagar a los acreedores no garantizados, un grupo que puede ser eliminado en caso de quiebra si la situación es extremadamente grave.

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