Coinbase se ha unido a la lista de bolsas de criptomonedas que no tienen previsto bloquear el acceso a sus servicios a los usuarios con sede en Rusia. El CEO de la compañía cree que los oligarcas no podrán utilizar los activos digitales, mientras que muchos rusos de a pie podrían comprar 'criptos' mientras su moneda nacional cae.
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Con el inicio de la "operación militar especial" de Rusia contra Ucrania, la mayoría de los países decidieron no involucrarse directamente y sí hacerlo a través de sanciones impuestas contra Putin.
Entre las medidas, que mayoritariamente son financieras, se ha pedido encarecidamente a las plataformas de compraventa de criptomonedas que prohibieran a los clientes con sede en Rusia el acceso a las mismas, siguiendo el ejemplo de la exclusión que ha llevado a cabo la Unión Europea del sistema Swift de los bancos rusos.
Binance o Kraken son algunas de las empresas que se han negado a cumplir estas medidas. Han alegado que hacerlo va en contra de los valores fundamentales de la industria de las criptomonedas.
Brian Armstrong, CEO de Coinbase, se ha unido a estas plataformas en su negativa a cumplir la medida. Sin embargo, Armstrong se comprometió a bloquear las transacciones procedentes de direcciones IP que pudieran "pertenecer a personas o entidades sancionadas, al igual que cualquier otro negocio de servicios financieros regulados".
Ha aclarado que esta decisión de Coinbase podría cambiar en el futuro si el gobierno de los Estados Unidos decide imponer una prohibición: "Por supuesto, seguiremos esas leyes", ha admitido.
