Uno de los handicaps del bitcoin que más debates ha suscitado es el de su impacto medioambiental, común al protocolo de prueba de trabajo (proof-of-work) que se usa para sustentar la cadena de bloques de esta y otras criptomonedas. Múltiples alternativas están surgiendo a este modelo, desde el cambio a prueba de participación (proof-of-stake) en que trabaja la red de Ethereum, hasta usar energías renovables para el suministro de electricidad necesario para alimentar la potente red de ordenadores que mantiene la 'blockchain'.
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Con el objetivo de explorar una solución a este problema, tres gigantes de la criptoindustria y la tecnología Blockstream, Block, de Jack Dorsey (antes Square), y Tesla se han unido para minar el bitcoin -como se conoce al proceso de resolver complejos problemas matemáticos y obtener los bitcoins como recompensa- de forma sostenible utilizando energía renovable. Han anunciado que están trabajando en una mina del bitcoin en Texas que utiliza tecnología solar y de almacenamiento de Tesla. El proyecto nace con la voluntad de probar la tesis de que la minería del bitcoin puede funcionar "con una infraestructura de energía de cero emisiones y construir un crecimiento económico para el futuro", en palabras de Adam Back, director general de Blockstream.
De resultar exitoso, "puede tener un gran impacto en el futuro de la minería del bitcoin, ya que esta integración crea un incentivo financiero para el despliegue de infraestructuras de energía renovable", comenta Marcus Sotiriou, analista de GlobalBlock. Al respecto, Blockstream ha declarado que uno de los objetivo clave es, en última instancia, fortalecer la red bitcoin mediante la diversificación de las fuentes de energía de la criptomoneda.
El líder del proyecto de Block para esta iniciativa de energía limpia Neil Jorgensenat, ha declarado que "al colaborar en este proyecto de minería de bitcoin de pila completa y 100% de energía solar con Blockstream, utilizando tecnología solar y de almacenamiento de Tesla, pretendemos acelerar aún más la sinergia de Bitcoin con las energías renovables".
Los expertos creen que estas noticias son, en general, un acicate para el precio, ya que "los 'toros' se alegrarán de ver algún progreso en hacer que el bitcoin sea más respetuoso con el medio ambiente", puntualiza Sotiriou, especialmente después de que la semana pasada la minería de las criptomonedas fuera atacada por su huella de carbono, con Greenpeace, Environmental Working Group y Chris Larsen de Ripple lanzando una campaña. Esta campaña se denomina "Cambia el clima: no el código" y tiene como objetivo concienciar sobre la energía que utiliza el bitcoin para forzar a la comunidad a abandonar el proof-of-work por un mecanismo de consenso diferente o a cambiar el modelo actual.
Los analistas apremian a la industria de las monedas criptográficas a seguir trabajando en iniciativas similares ya que "la repercusión del bitcoin en el cambio climático será más prominente a medida que el precio escale, así que no tendremos más remedio que encontrar soluciones", apremia Sotiriou. "Parece que Chris Larsen cree que usar energía renovable para minar Bitcoin no es una solución adecuada debido a que los combustibles fósiles son más baratos en todo el mundo, especialmente en países como Arabia Saudí", prosigue el experto, quien cree que "en los próximos años veremos quién tiene razón y confío en que la comunidad del bitcoin será capaz de adaptarse para que sea lo suficientemente respetuoso con el medio ambiente".
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