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El mercado de las criptomonedas se gira a la baja. El bitcoin (BTC) se deja un 2,3% en las últimas 24 horas y retrocede hasta los 67.700 dólares, mientras que el ethereum (ETH) pierde un 3,5% desde ayer y recorta hasta los 3.500 dólares. Los dos principales tokens del mercado se han dejado un 1,7% y un 6% en la última, respectivamente.
Las 'altcoins' también se tiñen de rojo. Un puñado de tokens como XRP, dogecoin (DOGE), toncoin (TON) o cardano (ADA) recortan algo más de un 1%, mientras que shiba inu (SHIB) y solana (SOL) elevan sus caídas hasta el 2% y el 3%. Destacan especialmente las caídas de Binance coin (BNB), que pierde un 4,3% en las últimas 24 horas.
Estas últimas caídas han coincidido con el primer día en un mes de flujos negativos en los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) de BTC al contado. Según datos de Farside Investors, este lunes 10 de junio se registraron salidas netas de capital de 64,9 millones de dólares, con solo el IBIT de BlackRock y el BITB de Bitwise consiguiendo cerrar la jornada con saldo positivo. En el lado contrario de la balanza, el GBTC de Grayscale (-39,5 millones), el BRRR de Valkyrie (-15,8 millones), el BTCO de Invesco (-20,5 millones) y el FBTC de Fidelity (-3 millones) lastraron a este grupo de 11 productos de inversión.
Algunos expertos señalan que esta corrección era de esperar viendo el sobrecalentamiento de las últimas jornadas, mientras que otros achacan este desliz a la renovada fortaleza que ha encontrado el dólar en las últimas sesiones. No obstante, casi todos los expertos coinciden en que lo más importante ahora, no solo para el mercado de criptoactivos, es saber qué hará la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
El banco central estadounidense inicia este martes su reunión de dos días, a cuyo término dará a conocer la última decisión de política monetaria. Se espera que la Fed deje los tipos en los niveles actuales y, al ser una reunión coincidente con trimestre natural, eso significa que publicará tanto su tabla de estimaciones macro actualizada, como el denominado diagrama de puntos donde los consejeros se posicionan anónimamente sobre tipos hasta 2026 inclusive.
No obstante, el principal interés está en lo que tenga que decir el presidente Jerome Powell en la rueda de prensa posterior. El mercado descuenta ahora mismo dos recortes de tipos de interés en lo que resta de 2024, por lo que cualquier declaración 'dovish' (blando) de Powell será bien recibida, mientras que cualquier muestra 'hawkish' (duro) podría provocar caídas más abultadas de lo esperado.
"Creemos que se mostrarán algo más 'hawkish' que en la reunión de marzo, cuando estimaron tres bajadas de tipos cada año entre 2024 y 2026. Estimamos que ahora se posicionarán con solo dos bajadas en 2024, y tal vez algún otro guiño suave en el mismo sentido", afirman en Bankinter.
Por otro lado, mañana, antes del cierre del cónclave, se conocerá el dato de inflación de mayo en la primera economía del mundo, lo cual podría acentuar la postura de la Fed hacia uno u otro lado. En este sentido, se espera que el IPC norteamericano se mantenga en el 3,4%, lo, según los analistas de Bankinter, pondrá de manifiesto que se consolidará en niveles superiores al 3%, nivel en el que se mantiene desde julio de 2023. "Pero no debemos descartar que salga algo peor de lo esperado después de observar el inesperado repunte de las ganancias personales publicadas el viernes pasado (+4,1% desde +3,9%). Cuidado con este asunto", advierten.
Por otro lado, el resultado de las elecciones europeas es uno de los principales asuntos que preocupan al mercado. El nuevo ascenso de la ultraderecha encabezada por Le Pen, Orbán o Meloni está dejando un sentimiento de incertidumbre entre los inversores, especialmente después de una serie de anuncios como la dimisión del primer ministro belga en funciones o la convocatoria electoral de Macron en Francia, el cual disolvió la Asamblea Nacional y convocó elecciones anticipadas (que se celebrarán en dos vueltas, el 30 de junio y el 7 de julio).
Los analistas señalan que el movimiento de Macron es similar al de Sánchez en julio de 2023: probar la fortaleza de sus rivales en territorio nacional. En caso de victoria, por ajustada que sea, puede dejar tocado al Rassemblement National de Marine Le Pen de cara a las presidenciales de 2027. Por su parte, los principales partidos de izquierda han anunciado una candidatura conjunta para tratar de maximizar los votos obtenidos. En lo tocante a las criptomonedas, no se espera que esta reconfiguración de la Cámara Baja de la República afecte en demasía a estos activos digitales.