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Si la semana pasada el mercado se vio preso por la ‘criptolocura’, con especuladores, cazadores de gangas y ‘novatos’ subiéndose al tren del bitcoin y el resto de ‘altcoins’, desde el domingo las tornas han cambiado y se impone la cautela, fruto de una tremenda corrección desde los máximos históricos en casi 65.000 dólares. La caída es de casi el 20% y ha ahuyentado a los recién llegados al calor del 'rally' del debut bursátil de Coinbase, mientras los inversores más expertos han aguantado el tirón, sabedores de que estos movimientos son el pan de cada día en las divisas criptográficas.

Estos mismos operadores llaman a la calma, recuerdan que la volatilidad es y será una constante de la más operada de las monedas digitales y avisan de que esto no es 2017 de nuevo “ya que los activos de cifrado han mejorado mucho”, subraya Naeem Aslam, analista de Avatrade. Con todo, identifican tres poderosas razones para explicar unas ventas que bien podrían proseguir en una corrección más profunda con miras a los soportes en 51.000 dólares y, por abajo, 44.000 dólares, según identifica José María Rodríguez, analista de 'Bolsamanía'. Este martes, el declive se acelera a alrededor del 6% y el precio planea sobre los 53.000 dólares.

Para comenzar, Aslam subraya un motivo ‘bueno’ o positivo que no es otro que “todavía no hemos visto más que una pequeña fracción del dinero institucional entrando en el bitcoin”, comparado con la gran cantidad de inversores minoristas que siguen expuestos en el criptoactivo. La salida a bolsa de Coinbase ha aumentado las probabilidades de que el ansiado fondo cotizado del bitcoin se convierta en una realidad. “Es sólo cuestión de tiempo que recibamos esa noticia”, dice Aslam y “será el nuevo comienzo de una afluencia de dinero institucional”.

Por contra, gran parte de la reciente estampida proviene de bolsillos inexpertos que no saben dónde invierten y que se han interesado por el bitcoin de oídas, sin investigar los riesgos y comprando al ‘tuntún’, explican fuentes de mercado. “Coincidiendo con el estreno de Coinbase se dejaron llevar por la corriente y se han puesto nerviosos a la primera de cambio”, agregan las mismas fuentes.

De hecho este es el segundo motivo, el realmente peligroso y peor de los tres, según identifica Rodríguez, que no es otro que la “euforia” alrededor del criptoespacio y que se ha podido ver en síntomas como el auge desmesurado y sin obedecer a fundamento alguno de tokens como el ‘dogecoin’ -basado en el meme de un perro-, o la tendencia de los ojos de rayos láser de Twitter. El experto de 'Bolsamanía' reniega de estas modas y reflexiona sobre la proliferación de ‘celebrities’, como Paris Hilton, que en las últimas semanas se han unido a la comunidad que ha añadido a su foto de perfil rayos láser en los ojos, hasta que el bitcoin llegue a 100.000 dólares.

No es el único, el experto Peter Brandt ha calificado en la red social de micro blogging las recientes caídas como la “corrección de los rayos láser en los ojos”, en una clara crítica al incremento de estos usuarios. “Cuantos más ojos con rayos láser hay en Twitter más probabilidades de una corrección en el mercado”, ha escrito. Y ha agregado: “Si queréis que acabe, libraos de vuestros ojos rojos”.

La realidad, para Rodríguez es que cuando algo está tan en boga “no puede seguir subiendo”, simplemente porque “el mercado no lo pone tan fácil”. El analista de 'Bolsamanía' cree que “la rectificación del reciente auge debería ser mucho mayor” para “acabar de limpiar” a aquellos inversores que no conocen realmente este mercado. Sólo en el momento en que se calme el ardor de las últimas semanas, la creación de Satoshi Nakamoto podrá reanudar el impulso alcista de medio y largo plazo que, eso sí, “se mantiene intacto”, indica el experto.

Por último, Aslam también habla de una huída de este mercado provocada por el miedo a un mayor escrutinio gubernamental. Por un lado, el estado de ánimo se ha agriado debido a los rumores de que el Tesoro de EEUU está planeando acusar a varias instituciones financieras de blanqueo de dinero mediante el uso de criptodivisas, según informa 'Coindesk'. Esto se suma a a las noticias que trascendieron el viernes de que Turquía prohibirá el uso del bitcoin y otros activos de cifrado para el pago de bienes y servicios, alegando los posibles daños "irreparables" y los importantes riesgos de estas transacciones.

Es un feo asunto y, después de lo ocurrido el pasado fin de semana, queda claro que “las preocupaciones sobre regulación siguen siendo una de las mayores amenazas, sin importar cuánta participación e interés veamos de las instituciones más reguladas, como Goldman Sachs”, subraya Aslam.

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