El euro digital sigue avanzando. La Comisión Europea ha propuesto este miércoles el marco legal para apuntalar un posible euro digital del Banco Central Europeo (BCE).
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Los bancos no deben temer al euro digital, "las 'criptos' privadas son más preocupantes"Según el Ejecutivo comunitario, la idea es que esta moneda digital de banco central (CBDC, por sus siglas en inglés) sea complementaria al dinero en efectivo y que incluya límites a las cantidades que los clientes puedan poseer. El objetivo es evitar una salida considerable de depósitos de los bancos. Anteriormente, Fabio Panetta, miembro del Comité del BCE y responsable del euro digital, indicó una horquilla "prudencial" situada entre los 3.000 y los 4.000 euros digitales por usuario. De igual modo, los usuarios que deseen pagar más del límite establecido podrían hacerlo vinculando su monedero digital a su cuenta bancaria.
Bruselas destaca que el efectivo "sigue siendo importante" y es "el medio preferido para realizar pequeños pagos en comercios y transacciones de persona a persona", ya que el 60% de los europeos eligen esta modalidad de pago. Con todo, la Comisión destaca que el uso del efectivo para realizar pagos "está disminuyendo en muchas partes del mundo, incluida Europa", una tendencia que se vio acelerada por la pandemia de Covid-19.
"A medida que avanzamos hacia una verdadera economía digital, el siguiente paso lógico es adaptar el efectivo a la era digital. Contar con ambas opciones –un euro en efectivo y un euro digital– significaría que todo el mundo podría elegir cómo pagar y que nadie se quedaría atrás en la digitalización de los pagos ", explican Panetta, Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión, y Mairead McGuinnes, comisaria de Estabilidad Financiera, Servicios financieros y Unión de los Mercados de Capitales, en un comunicado conjunto.
La solución propuestas por Bruselas incluye dos conjuntos de medidas que "se apoyan mutuamente" para "garantizar que las personas tengan ambas opciones de pago, en efectivo y digital, cuando quieran pagar con dinero del banco central". Por un lado, una para "salvaguardar el papel del efectivo", la cual permita "garantizar que sea ampliamente aceptado como medio de pago y siga siendo fácilmente accesible para las personas y las empresas en toda la zona del euro". Por otro, una propuesta legislativa "que establezca el marco jurídico de un posible euro digital como complemento de los billetes y monedas en euros".
Con todo, recuerdan que, aunque la propuesta de hoy, una vez adoptada por el Parlamento Europeo y el Consejo, establecería el marco jurídico del euro digital, en última instancia corresponderá al Banco Central Europeo decidir si emite el euro digital y cuándo lo hace. Este otoño, el BCE concluirá su fase de investigación sobre el diseño y la distribución del euro digital. Entonces decidirá si inicia una fase de preparación para estudiar el desarrollo y las pruebas de la nueva moneda digital.
Asimismo, Bruselas señala que los Estados miembros deberán garantizar la aceptación generalizada de los pagos en efectivo, así como un acceso suficiente y efectivo al efectivo, además de supervisar e informar sobre la situación y tomar medidas para resolver los problemas que se detecten. "La Comisión podría intervenir para especificar medidas en caso necesario", agregan.
" La propuesta garantizará que todos los ciudadanos de la zona del euro sean libres de elegir su método de pago preferido y tengan acceso a los servicios básicos de efectivo. Garantizará la inclusión financiera de los grupos vulnerables que tienden a depender más de los pagos en efectivo, como las personas mayores", apuntan desde Bruselas. De igual modo, los particulares que no dispongan de cuenta bancaria podrán abrirla en "una oficina de correos u otra entidad pública, por ejemplo, una autoridad local".
Además, los comerciantes de toda la zona del euro estarían obligados a aceptar el euro digital, ya que será considerada como moneda de curso legal. La excepción, señalan desde Bruselas, serán los "muy pequeños" comercios que no acepten pagos digitales, ya que reconocen que el coste de crear una nueva infraestructura para aceptar pagos en euro digital sería "desproporcionado".
PRIVACIDAD, PAGOS OFFLINE Y COMPETENCIA
La Comisión ha aprovechado para destacar las "muchas ventajas prácticas" que ofrecería el euro digital, además de la gratuidad y el fácil uso. Según Bruselas, los ciudadanos podrían pagar gratuitamente a cualquier persona con su euro digital, por ejemplo utilizando un monedero digital en su teléfono. "Ni siquiera tendrían que hacer pagos en línea: también podrían pagar fuera de línea", apuntan.
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"El futuro euro digital tiene que garantizar la privacidad, de lo contrario habrá rechazo"La protección de la privacidad es otra de las "características vitales" de esta CBDC. La Comisión subraya que el BCE "no vería los datos personales de los usuarios ni sus pautas de pago". De igual modo, la funcionalidad offline también aportaría "un mayor grado de privacidad de los datos que cualquier otro método de pago digital disponible en la actualidad".
De igual modo, el euro digital también reduciría las comisiones de pago para los consumidores al estimular la competencia en el Viejo Continente. En la actualidad, señalan desde Bruselas, dos tercios de los pagos digitales al por menor en Europa son procesados por un puñado de empresas mundiales. "Gracias a una mayor competencia, clientes y comerciantes se beneficiarían de servicios más baratos", explican.
Por otro lado, apuntan, el euro digital actuaría como "trampolín" para el desarrollo de nuevos servicios financieros y de pago paneuropeos, "estimulando la innovación y facilitando la competencia con grandes empresas financieras y tecnológicas no europeas".
"NO PODEMOS QUEDARNOS ATRÁS"
"Como mayor mercado único del mundo, Europa no puede permitirse permanecer pasiva mientras otras jurisdicciones avanzan. Si se permitiera que otras monedas digitales de bancos centrales se utilizaran más ampliamente para pagos transfronterizos, correríamos el riesgo de disminuir el atractivo del euro, actualmente la segunda moneda más importante del mundo después del dólar estadounidense", han señalado Panetta, Dombrovskis y McGuinnes.
Según los funcionarios comunitarios, esto podría devenir en que el euro se viese más expuesto a alternativas como las 'stablecoins', lo que en última instancia "podría poner en peligro nuestra soberanía monetaria y la estabilidad del sector financiero europeo".