El mercado de las criptodivisas trata de remontar tímidamente este miércoles, después de las caídas entre el lunes y el martes que borraron un 10% del valor del bitcoin y las 'altcoins' y que llevaron a la reina de las 'criptos' casi al soporte de 30.000 dólares. La noticia de que El Salvador ha aprobado la Ley Bitcoin para que la creación de Satoshi Nakamoto se convierta en una moneda de curso legal en el país ha animado marginalmente a los inversores y las compras elevan el precio por encima de 35.000 dólares. Sin embargo, varios factores apuntan a que se prolongará el ánimo bajista entre los inversores.
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Por un lado, las alarmas se encienden en el mercado de futuros. "Los operadores de futuros han comenzado a fijar el precio de los contratos del bitcoin que vencen en tres meses casi igual que el precio actual al contado", según explica Arcane Research en un informe recogido por 'Coindesk'.
El descenso de la prima de los futuros indica la incertidumbre sobre la dirección futura del bitcoin tras una corrección del 35% en mayo y otra caída del 12% ya este mes. Asimismo, también muestra indicios de que la práctica de comprar bitcoin como garantía para venderlo a un precio más alto en el futuro podría estar llegando a su fin, "lo que marca un cambio en el sentimiento de los inversores, que pasan de ser alcistas a bajistas", señala Arcane Research.
Arcane Research también señala la tasa de financiación negativa en los swaps perpetuos del bitcoin como señal de que los operadores a corto plazo tienen el control.
El precio del bitcoin al contado ha estado sumido en una espiral bajista en las últimas semanas, perdiendo cerca de un 45% desde mediados de abril, cuando alcanzó un máximo histórico. La reciente oleada de ventas se vio exacerbada por el reproche público del multimillonario Elon Musk sobre la cantidad de energía utilizada por los servidores que sustentan el token.
El aumento de la supervisión reguladora en China también ha añadido preocupación entre los inversores, así como la recuperación del rescate de Colonial Pipeline Co. como prueba de que la criptografía no está fuera del control del gobierno. Estados Unidos reembolsó casi todo el rescate en bitcoins pagado a los autores del ciberataque al oleoducto Colonial el mes pasado, en una señal de que las fuerzas del orden son capaces de perseguir a los ciberdelincuentes incluso cuando operan fuera de las fronteras del país.
CRUCE DE LA MUERTE EN LOS GRÁFICOS
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A este caldo de cultivo donde los cortos afilan sus garras, se añade que el análisis técnico parece indicar que podría estar a punto de producirse un patrón bajista conocido como 'cruce de la muerte'.
La mayor moneda digital del mundo se ha desplomado y su precio medio de los últimos 50 días se ha acercado a su media móvil de 200 días. Si la línea de corto plazo se cruza por debajo de la de largo plazo, la moneda alcanzaría la formación prohibitiva. El indicador suele considerarse una medida técnica muy vigilada ya que "se entiende que el subyacente en cuestión estaría activando una clara señal de debilidad en términos de medio y de largo plazo. Lo que no quita para que en el corto no puedan producirse rebotes de cierta consideración, contra tendencia", explica José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamanía.
La última vez que el bitcoin marcó un cruce de la muerte fue en noviembre de 2019 - la criptodivisa bajó aproximadamente un 5% un mes después de cruzarlo.
Aunque todavía no lo ha hecho, "la colisión parece inevitable en este momento", escribió Mati Greenspan, fundador de Quantum Economics. "Un cruce de la muerte podría ser un indicio de que los precios pueden permanecer sometidos durante un tiempo".
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