El Salvador ha vuelto a revolucionar la criptoindustria con el reciente anuncio de su proyecto Bitcoin City, una ciudad 100% funcional y libre de impuestos, con excepción del IVA, que el presidente del país, Nayib Bukelele prevé financiar con bonos denominados en dólares. La iniciativa fue revelada por el mandatario durante la conferencia Bitcoin Week para celebrar la adopción del activo digital en el país.
En septiembre, El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en adoptar el bitcoin como moneda de curso legal. Sin embargo, su despliegue no ha estado exento de problemas y los ciudadanos salvadoreños se han mostrado escépticos sobre la adopción de la criptodivisa, lo que ha provocado protestas en el país.
Tras la adopción de la criptomoneda el gobierno de la nación centroamericana también ha sido el primero del mundo en añadir la criptomoneda a sus reservas de activos, comprando bitcoins en diversas operaciones. Actualmente cuenta con 1.120 bitcoins y ha reinvertido las ganancias en varios proyectos de infraestructura, como la construcción de 20 nuevas escuelas y un nuevo hospital veterinario en la capital del país.
Bukele ha demostrado que su apuesta por este activo sigue siendo firme, con el anuncio de Bitcoin City, que se financiará con bonos tokenizados de 1.000 millones de dólares a 10 años y en su desarrollo participarán destacadas firmas de activos digitales como Bitfinex y Blockstream. El CTO de Bitfinex, Paolo Ardoino, declaró que la criptobolsa lanzará una plataforma de valores para mantener los bonos de Bitcoin para la iniciativa de El Salvador.
La infraestructura pública ascenderá a unos 15.500 millones de euros 300.000 bitcoins, según ha anunciado el propio Bukele.
El presidente salvadoreño añadió que Bitcoin City se convertirá en una ciudad totalmente funcional con centros comerciales, zonas residenciales, restaurantes, un aeropuerto y una plaza central con forma de símbolo de BTC desde arriba.
En la ciudad también se recaudaría el impuesto sobre el valor añadido (IVA), según explicó Bukele, que se utiliza para pagar los bonos del municipio y el desarrollo y mantenimiento de las infraestructuras públicas.