Goldman Sachs Group ha reiniciado su mesa de negociación de criptomonedas y comenzará a negociar futuros de bitcoin y forwards no entregables para clientes a partir de la próxima semana, según informa Reuters. Al calor de esta información, el precio de la más operada de las divisas de cifrado amplía este martes sus subidas del lunes desde el mínimo cerca de 43.000 dólares el domingo y vuelve a fijarse en los 50.000 dólares, que actúan ahora como resistencia de corto plazo.
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La capitalización total del mercado también se sitúa por encima de los 1,5 billones con alzas de cerca del 5% en algunas 'altcoins' como el ethereum, que recupera los 1.500 dólares, en medio de un clima positivo ante la certeza de los analistas de que "las correcciones de los últimos días no significan nada, son simples ajustes (fases de reacción) dentro de una impecable tendencia alcista de fondo, o primaria", destaca José María Rodríguez, experto de 'Bolsamanía'.
Esto mismo deben pensar desde Goldman Sachs, ya que, además de la mesa de negociación, el banco de inversión está explorando otras actividades dentro del sector de activos digitales, que también incluye proyectos relacionados con la tecnología blockchain y las monedas digitales de los bancos centrales, informa la agencia de noticias.
Como parte de este trabajo, el banco también está explorando el potencial de un fondo negociado en bolsa de bitcoin y ha emitido una solicitud de información para explorar la custodia de activos digitales.
Goldman creó por primera vez una mesa de criptomonedas en 2018, justo cuando el precio del bitcoin estaba cayendo desde sus máximos históricos, silenciando el interés de los inversores por las monedas digitales. El reinicio de la mesa de operaciones se produce en medio del creciente interés de las instituciones por el bitcoin, que se ha disparado más de un 470% en el último año.
La mayor criptomoneda del mercado es vista por los inversores y algunas empresas como una cobertura contra la inflación a medida que los gobiernos y los bancos centrales abren los grifos de los estímulos, pero su elevada volatilidad mantiene a muchos participantes del mercado tras la barrera. Sin embargo, los fondos cotizados o los contratos de futuros son una buena alternativa para muchos inversores.
