El banco japonés, Mitsubishi UFJ Trust, prevé emitir su propia moneda estable para agilizar sus operaciones financieras. Según 'DailyCoin', se incorporará al sistema de pagos del banco y estará vinculada al precio del yen japonés. Se estima que circule en Japón el próximo año.
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Rakuten Group anuncia el lanzamiento de un mercado de compraventa de NFTsEl banco, con sede en Tokio, gestiona alrededor de 1.500 millones de activos. Planea así comenzar a operar con criptodivisas adoptando plenamente la tecnología 'blockchain' y su implementación para fines comerciales.
Esta moneda pretende dar un fuerte impulso a los procesos de pago del banco, ya que podrá liquidar instantáneamente las transacciones de valores. Según informan en el portal, en la actualidad, este tipo de operaciones en Japón pueden tardar hasta 48 horas y conllevan elevadas comisiones. Su objetivo es eliminar esos costes y mejorar sus procesos de pago.
El banco central de Japón anunció el año pasado que estaba realizando una prueba de concepto para una moneda digital del banco central (CBDC). A pesar de la presión que ejerce el yuan digital de China, ha optado por un procedimiento lento. También se informa del posible lanzamiento de una moneda estable valorada en yenes y vinculada al oro.. El lanzamiento de la criptomoneda, ZipangCoin (ZPG), se anunció en febrero y estará disponible para su compra en las principales bolsas de criptomonedas.
Se intenta así que estas iniciativas impulsen aún más la adopción de la tecnología 'blockchain' en el sector de la negociación de valores. Sin embargo y pese a la creciente aceptación de las criptodivisas entre las empresas, el gobierno japonés está dividido por sus opiniones. Algunos funcionarios temen que esta clase de activos digitales pueda causar graves daños al ecosistema financiero del país.
"Japón no puede dejar las cosas desatendidas con la evolución mundial de las monedas digitales que avanzan tan rápido", alertó un funcionario citado por 'AsiaNikkei'. De hecho, la Agencia de Servicios Financieros (FSA) creó en 2020 una división encargada de supervisar la regulación de esta clase de activos.
El año pasado, las operaciones digitales experimentaron un aumento de más del 50% desde 2020, alcanzando un valor acumulado de aproximadamente 103 billones de yenes (900.000 millones de dólares).