La semana pasada se produjeron una serie de rápidas contracciones en todo el ecosistema de activos digitales. Pese a ser un espacio bien conocido por su volatilidad, lo acontecido fue sorprendente para los observadores. La fuerte venta generalizada, una vez puesta en perspectiva, se comprende como "parte de un proceso evolutivo capaz de impulsar al ecosistema de activos digitales pese a los retrocesos que pueda haber en ocasiones", comentan los expertos de Wisdom Tree.
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El plan de Do Kwon para resucitar Terra implica dejar caer el USTDesde enero de 2022, la aversión al riesgo ha estado dominando al sentimiento general en todas las plazas financieras. Tras haber alcanzado el ecosistema de activos digitales niveles de precio récord, que generaron una capitalización de mercado superior a los 3 billones de dólares en noviembre de 2021, se concatenaron una serie de factores externos.
El primero fue el inicio del endurecimiento de las políticas monetarias en las principales economías, sobre todo en EEUU, a lo largo del año en curso. El segundo, ha sido el estallido del conflicto entre Ucrania y la Federación Rusa, el cual generó volatilidad en los mercados de materias primas y acentuó aún más una inflación ya de por sí elevada. Y, por último, "a los gestores de cartera les ha tocado lidiar con los límites que una cartera 60/40 de acciones y bonos les plantea ante la contracción generalizada de la renta variable que se da al mismo tiempo que caen los rendimientos en los mercados de bonos", detallan desde Wisdom Tree. El Nasdaq, en general, y los valores tecnológicos no rentables en particular, han sido víctimas de una fuerte presión vendedora durante 2022. Este es el contexto en el cual se produjeron una serie de eventos en las criptomonedas.
El ímpetu con que se desencadenó la venta generalizada más reciente en el espacio de los activos digitales fue provocado por el 'desanclaje' con el valor del dólar del dólar de terra (UST), "una irónicamente denominada 'stablecoin' (moneda estable) asociada con la cadena de bloques Terra y la criptodivisa LUNA.
El 8 de mayo de 2022 se vieron grandes liquidaciones de USTs en la plataforma descentralizada de compraventa de Curve. Estas grandes liquidaciones ejercieron presión sobre la paridad de la UST. Como parte de la defensa a dicha paridad, la Luna Fundation Guard, destinada al respaldo del dólar de terra para lo que tenía una despensa de 3.000 millones de dólares en bitcoins, comenzó a intercambiar bitcoins por dólares estadounidenses. Esto puso una presión mayor sobre el precio al contado del bitcoin.
"Lo que es único de este incidente es la transparencia en el tamaño y la escala del ecosistema Terra/LUNA", expresan desde Wisdom Tree. En su pico a comienzos de 2022, la criptomoneda LUNA estaba valorada en el entorno de los 41.000 millones de dólares. El viernes 6 de mayo valía 27.000 millones. Al momento de redacción de este artículo su valoración es inferior a los 300 millones de dólares. El máximo monto en circulación del UST llegó a ser más de 18.000 millones el 7 de mayo de 2022. La red Terra fue desconectada el 12 de mayo de 2022.
La rápida liquidación de LUNA y del UST conmocionó a todo el ecosistema de activos digitales. "Aparte de los efectos sobre el precio del bitcoin, debido a la venta rápida de estos tokens para defender la paridad, el colapso de precio de LUNA dio lugar a alertas de margen y liquidación para los titulares de esta 'cripto' apalancados", analizan los expertos de la gestora. Los efectos colaterales también fueron evidentes en las interrupciones a otras stablecoins con anclaje de paridad, con leves caídas en el token colaterizado USDT de Tether y las primas en el token colateralizado USDC de Circle.
Dejando a un lado los eventos de la semana pasada, y para ponerlo en perspectiva, los analistas del proveedor de EEUU de fondos cotizados recuerdan que hubo una avalancha de inversiones en los nuevos protocolos y aplicaciones descentralizadas durante 2020-2021. "En este espacio se invirtió más capital riesgo durante 2021 que en los seis años anteriores juntos". Estas tecnologías desarrolladas recientemente y compañías no han sido puestas completamente a prueba en un entorno extremadamente adverso; "sus rentabilidades potenciales, incertidumbres y casos de inversión son muy diferentes a las redes más establecidas como el bitcoin y el ethereum", aducen los analistas.
Se han producido innumerables fallos técnicos y económicos a lo largo de los trece años de historia del ecosistema de activos digitales. Antes de lo de Terra/LUNA, los acontecimientos más notables fueron el hackeo a DAO de 150 millones de dólares en ese momento, lo que condujo a la bifurcación dura del Ethereum, y el colapso de Bitconnect por 2.400 millones de dólares. "No obstante, ambos casos no se acercaron a la escala del colapso de Terra/LUNA la semana pasada. Esto se debe en parte a que el ecosistema de activos digitales nunca antes ha adquirido las dimensiones actuales", argumentan.
Mirando hacia adelante, los analistas esperan que surjan dos tendencias generales. "Habrá una tendencia compuesta por fallos de una variedad de experimentos debido a motivos técnicos, económicos, organizacionales, regulatorios u otros". Así es cómo funciona el modelo de negocio del venture capital: una pequeña proporción de compañías obtienen los mega resultados mientras que casi todo el resto alcanza el punto de equilibrio o fracasa. En cambio, la otra tendencia "se compondrá por un puñado de supervivientes, que encontrarán modelos de negocio escalables y sostenibles, y realizarán una nueva cosecha de experimentos contra los que competirán. Aquí es donde se encuentran las oportunidades en los próximos dos años más o menos", concluyen.