Los gestores del fondo de criptomonedas de la banca privada A&G, Rubén Ayuso y Román González, han señalado este jueves en un encuentro con los medios que "el bitcoin (BTC) está muy barato ahora en los 70.000 dólares" y, en esa línea, han sostenido que les extrañaría ver al BTC "cotizando por encima de los 200.000 dólares en los próximos meses".
Sobre esa subida, los gestores han apuntado que va a haber una importante entrada de capital en el ecosistema por un sentimiento de 'FOMO' (siglas en inglés que aluden al miedo de perderse un fenómeno de moda) entre los inversores y, además, han considerado que "el precio está muy por debajo del valor intangible que tiene".
Siguiendo con esas perspectivas a futuro, los gestores han compartido la tesis de Kathy Wood, gurú de Wall Street, y han apuntado que tampoco les sorprendería que en 2030 el bitcóin llegue al millón de dólares.
Eso sí, pese a las perspectivas del potencial alcista, tanto Ayuso como González han mantenido el foco en todo momento en que los activos son extremadamente volátiles: "Un ciclo de bitcoin dura cuatro años y las subidas se concentran en nueve meses [...] Por un tiempo, te firma ser el mejor activo del planeta y luego se convierte en el peor".
En esa línea, han apuntado que hay que estar preparados para lidiar en ese camino con caídas del sector de hasta el 70%: "La pregunta es cuántas caídas del 50% tienes que afrontar como inversor hasta llegar a ese millón de dólares; yo creo que tendrías que afrontar cinco", ha apuntado González.
Otro catalizador favorable para las alzas del BTC, la principal criptomoneda del mercado y más conocida, es que un activo escaso (cifran en 21 millones las unidades de bitcoin) y "habrá peleas" por introducirlo en las carteras.
En las últimas semanas, el BTC ronda los 70.000 dólares y sus máximos históricos se alcanzaron a mediados del pasado marzo al filo de los 74.000 dólares. En lo que va de año, el activo digital acumula una revalorización del 60%, en gran medida, por la aprobación de los fondos cotizados (ETF) en Estados Unidos de BTC y ethereum (ETH).
Precisamente, han apuntado que ese interés, tanto de los inversores institucionales como minoristas, empujará al sector, en tanto que han recordado que los ETF de BTC de BlackRock y Fidelity han cosechado a día de hoy más de 50.000 millones de dólares.
En cuanto a los riesgos que encara a la industria, los gestores los han limitado al de las propias condiciones del mercado y la volatilidad, ya que la llegada de un marco regulatorio (el reglamento europeo al respecto, MiCA, entra en vigor en los próximos meses) es para ellos un viento de cola, pues ayudará a evitar escándalos y quiebras como las de la plataforma FTX a finales de 2022.
Entrando al detalle del fondo dirigido por Ayuso y González -fueron los primeros en España en lanzar un fondo de 'criptos' el pasado octubre; luego les siguió Renta 4-, los gestores han explicado que a día de hoy cuenta con un patrimonio de 100 millones de euros a través 60 inversores de la base total de A&G, que alcanza los 4.000.
Además, es un fondo para el que se precisa ser un inversor profesional (hay que disponer de elevados conocimientos financieros y patrimonio) y en el que dichos clientes sólo pueden invertir hasta un máximo de un 3% sobre el total de su patrimonio, mientras que hay dos tipos de clase (en una la comisión alcanza el 0,75% y en la otra el 1,5%) y una comisión de éxito del 10%.
La cartera, por su parte, se construye principalmente a través de bitcóin (supone un 62%) y ethereum (24%): "Es importante tener pesos importantes en protocolos fuertes, como bitcóin, y más reducido en otros, porque al final la supervivencia de algunas 'criptos' en el ecosistema es difícil", han apuntado.
Sobre esa supervivencia de 'criptos' cabe destacar que la rotación es muy alta: tras más de diez años de ecosistema, sólo dos protocolos han permanecido en los diez primeros puestos, BTC y XRP, de Ripple.
"Es cuestión de tiempo que este tipo de vehículos llegue a los minoristas", han apuntado para seguidamente destacar la fiscalidad de los fondos en España, ya que sólo se tiene que pagar impuestos en el momento de la desinversión.
Sobre los beneficios de diversificar las carteras con bitcoin, ambos directivos han argumentado que una cartera conservadora da un rendimiento de un 2,86% y, si le añades un 1% de criptomonedas, la rentabilidad sube al 4,76%, en tanto que la volatilidad aumenta de un 7,54% a un 9,94%.
En ese sentido, han remarcado que este vehículo no está pensado para hacer 'trading' (operaciones de compraventa), sino que perdure en el tiempo.
Por otra parte, Ayuso y González han dedicado parte de su comparecencia a atacar los mitos que recaen sobre la industria, como el gran gasto de energía que supone el minado de criptomonedas (aducen que las renovables van ganando peso) o que sirvan para blanquear capitales, pues se puede establecer la trazabilidad de las operaciones en carteras. Además, han expuesto que son activos mucho más líquidos que las Bolsas y las acciones.