Después de un largo viaje de 10 meses y nada menos que 442.000 kilómetros y un presupuesto de 671 millones de euros, la sonda Maven de la NASA logra entrar en la óribta de Marte, según confirman directores de la Misión.

Aplausos para el momento clave, cuando Maven entra justo a la hora indicada en la órbita del planeta rojo. A partir de ahí, empleó 33 minutos para llevar a cabo la maniobra de inserción. Ahora prepara otra fase en la cual investigará de Marte aspectos como la atmósfera superior y la relación que tiene el planeta con el Sol y el viento solar, como ninguna otra sonda podría hacerlo.

Se presupone que Marte tuvo en otra fase una atmósfera más densa y parecida a la de la Tierra, y con el tiempo se ha ido perdiendo. Por eso no es posible la vida tal y cómo la conocemos en la más superior de la corteza marciana. El gran casquete polar, antiguo volcán (el de mayor tamaño de todo el sistema solar) y otras zonas podría darse la vida pero a nivel general, la falta de atmósfera 'ahoga' a toda esperanza.

También se podrá determinar la cantidad de gas de la atmósfera que se ha perdido en el espacio a lo largo del tiempo y si hubiera alguna causa por la cual el planeta hubiera impulsado esta pérdida. El equipo de Maven llevará a cabo hasta seis maniobras para trasladar a la nave dentro de la órbita. Esto permitirá que accedamos a unas imágenes inéditas, según apunta Jakosky, “como nunca antes se había visto”.

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