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Jaume Guardiola y Josep Oliu (Banco Sabadell)EUROPA PRESS - Archivo

El mercado está castigando sin piedad al Banco Sabadell, que este lunes volvió a desplomarse casi un 7% y marcó un nuevo mínimo histórico en 0,3088 euros: su valoración es de 0,20 veces valor en libros. El valor baja casi un 70% en 2020 -y eso que los cortos están prohibidos- y no tiene visos de recuperar, sino todo lo contrario. Inversores y expertos coinciden en que se le considera el banco más débil ante la enorme crisis del coronavirus por su elevada exposición a las pymes. Su única salida, según la opinión generalizada, es una operación corporativa.

El sector financiero se enfrenta a un entorno sombrío en el que no será capaz de esquivar las pérdidas este año o el próximo, según el Santander, y en el que no tendrá capital suficiente si la morosidad alcanza los niveles de la crisis financiera, según el Banco de España. Nadie se libra de las caídas: el propio Santander está a 0,45 valor en libros. Pero dentro del grupo, unas entidades se perciben como más resistentes y otras como más débiles. Estas últimas son Bankia y, sobre todo, Sabadell.

Los problemas del Sabadell no han comenzado ahora: lleva bajando sin parar desde principios de 2018. La falta de rentabilidad general provocada por los tipos negativos y el escaso crecimiento del crédito se agrava en su caso por la falta de fortaleza o diversificación que tienen otros. A eso se añade el castigo que sufrió por los fallos tecnológicos en la integración del británico TSB, del que no ha conseguido recuperarse.

"Si a ese contexto se añade ahora la crisis del coronavirus, el mercado lo ha puesto en la picota", según un gestor especializado en el sector. El consenso es que esta crisis va a afectar sobre todo a autónomos y pymes, que son el grueso de la clientela del Sabadell, en especial a los del sector turístico, hotelero y restaurador, donde tiene una gran exposición heredada de la CAM. En esta crisis, resulta que los bancos más pequeños con gran proporción de hipotecas serán los mejor parados.

En estos sectores, a pesar de los ERTE y de los avales del ICO, se espera una morosidad enorme que costará grandes provisiones a la entidad. Société Générale rebajó ayer el precio objetivo del banco de 0,39 a 0,35 euros porque "tiene mayor riesgo de desviarse al alza de su guidance de provisiones que ningún otro banco español". Y como el beneficio no puede crecer con los tipos tan bajos (solo por las comisiones y el trading), estas provisiones amenazan con comerse un buen pedazo de su capital, que se encuentra en la parte baja del sector (11,6%).

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Esa es la explicación que dan muchos inversores al desplome que sufre el valor en bolsa. Técnicamente, el valor "está en caída libre absoluta. No se apreciada nada, ni siquiera un potencial soporte dinámico desde el que intentar rebotar. La primera señal de fortaleza en este título pasaría por superar la resistencia que tiene en el último máximo decreciente, y este se encuentra muy lejos de los actuales niveles de precio: los 0,40 euros. Resumiendo: es un valor bajista sin contemplaciones que no hay por donde coger en este momento", según el analista de Bolsamanía José María Rodríguez.

"EL MERCADO HA OLIDO LA SANGRE"

Ante esta situación desesperada, tanto el presidente, Josep Oliu, como el CEO, Jaume Guardiola, están tomando todas las medidas a su alcance para tratar de maximizar el beneficio en estas circunstancias, y las cuentas del primer trimestre han sido aplaudidas en general. Pero "el banco ya hace tiempo dejó atrás el punto en que al mercado le importaban sus resultados. El mercado ha olido la sangre", según un analista.

Mediobanca añade que "la crisis del Covid pondrá a prueba al Sabadell, con estrés en el libro de pymes y sin apoyo del TSB. En un mercado nada generoso como este, es improbable que Sabadell reciba el beneficio de la duda, por lo que el actual descuento de la valoración va a continuar por ahora".

ABOCADO A UNA OPERACIÓN CORPORATIVA

"Ahora, lo único que le puede sacar de esta espiral bajista es un giro radical, que solo puede venir por una operación corporativa", señala un inversor institucional. Como publicó en exclusiva Bolsamanía, Sabadell estuvo negociando con Bankia una posible fusión, pero el proyecto no fraguó precisamente por las caídas en bolsa, que eran mucho menores que las actuales. Aunque en principio solo se aplazó y Oliu siempre ha dejado la puerta abierta a retomarla, ahora se antoja impensable. Hay muchos rumores en el mercado de negociaciones con otras entidades más grandes, pero el Sabadell los desmiente todos.

"Es evidente que el Sabadell no está en la situación de solvencia en que estaba el Popular, pero cuando el mercado te pone en la diana, no tienes margen de maniobra porque las caídas en bolsa acaban provocando el pánico. Lo único que pueden hacer sus gestores es negociar la mejor operación posible para los accionistas, y cuanto antes, mejor", señala un exalto directivo de una gran entidad española.

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