- Los posiciones bajistas en Liberbank se han triplicado con su ampliación de 500 millones
- Las nuevas acciones comenzarán a cotizar la semana que viene
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Liberbank, el banco surgido de la fusión de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, afronta en los próximos días una nueva prueba de fuego en los mercados. La semana que viene comenzarán a cotizar las nuevas acciones procedentes de su ampliación de capital, valorada en unos 500 millones de euros y que supondrá la entrada en la bolsa española de 2.000 millones de nuevas acciones de la entidad bancaria. Ya hay alguien que se ha puesto a cubierto a las primeras de cambio desde Gibraltar, el paraíso fiscal británico... en Cadiz.
La gigantesca lluvia de 'papel' que llegará sólo es comparable en número a la realizada este mismo año por Banco Santander para la adquisición del Popular -emitió en julio algo más de 1.450 millones de títulos para captar 7.000 millones de euros- o la de Abengoa, cuyo rescate y reestructuración accionarial en marzo supuso la entrada en mercado de 17.800 millones de títulos. Esta avalancha de papel provocó la dilución por aplastamiento (-95%) de los accionistas antiguos y el recorte de la deuda para que la empresa pudiera sobrevivir.
En el caso de Liberbank, el banco triplicará su número de títulos en circulación después de que el pasado viernes concluyera el periodo de negociación de los derechos. La ampliación de 500 millones de euros estaba garantizada por el núcleo duro del banco. Las fundaciones de las cajas han inyectado algo más de 120 millones de euros para apuntalar su 30%. Es el mismo dinero obtenido por la venta del 19% del capital antes de la ampliación a finales de octubre. La familia Masaveu, que controla el 5,5%, también se comprometió con la operación, al igual que Ernesto Tinajero Flores (7,4%) y el fondo Oceanwood, que acaba de vender parte de sus acciones antes de que se redibuje el capital del banco.
UN CORTO INESPERADO
Pero junto de los institucionales que han ido actualizando sus posiciones alcistas ante la CNMV también se ha producido un inesperado aumento de los inversores bajistas, que han pasado del 1,2% a más del 3% en apenas dos semanas, según consta en la actualización de los registros del regulador. Y todo ello pese a que el supervisor bursátil español lo prohibió el pasado 12 junio y prorrogó su decisión el 12 de septiembre, con vigencia hasta el 30 de noviembre.
Sólo uno de los fondos se ha retratado. Se llama Guevoura Fund, tiene base en Gibraltar y se ampara en la opacidad propia de la práctica totalidad de paraísos fiscales. Este ‘hedge fund’ ha ido incrementando su posición bajista -que se beneficia con la caída del precio de la acción- conforme se acercaba el final de la ampliación de Liberbank y ya controla un 2,1% del capital, pero en corto. Hace una semana apenas tenía el 0,5% del capital.
El fondo gibraltareño se ha aprovechado de la letra pequeña de la prohibición de cortos en Liberbank para saltarse el veto. En concreto, uno de los supuestos establecidos por la CNMV habla de la posibilidad de que un inversor pueda cubrirse si ha comprado derechos o acciones de forma equivalente de forma que tenga un impacto neutral. Otra de las excepciones a las que abrió la puerta la CNMV es si la posición corta se ha construido con derivados financieros, de forma indirecta, sobre índices o cestas de valores.
El supervisor prohibió las operaciones en corto sobre Liberbank el pasado 12 de junio. Alegó una actividad fuera de lo normal de los inversores bajistas y los prestamistas de valores, es decir, quienes ceden los títulos para que los cortos puedan venderlos en mercado y ponerse, de esa manera, en corto. Fue en pleno tsunami por la caída de Banco Popular, donde a la causa de quiebra por fuga de depósitos se le unieron algunos de los hedge funds más agresivos de Londres y Nueva York. Entre ellos AQR Capital, presente en el reciente crash de Técnicas Reunidas, o Marshall Wace, que opera en un amplio espectro de valores como Sabadell o Bankia.
Curiosamente, uno de los grandes inversores bajistas en la caída de Popular -tenía algo más del 1% del banco de Saracho en corto- es hoy el segundo mayor accionista de Liberbank por detrás de Caja de Asturias. Es Oceanwood, que controlaba hasta el pasado viernes el 16,9% del banco que dirige Manuel Menéndez, pero este mismo lunes ha vendido un 1%, recortando su participación actual hasta el 15,8% del capital, según la CNMV. Ahora es alcista con Liberbank. ¿Lo seguirá siendo en el futuro?