SEVILLA, 6 (EUROPA PRESS)

La Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla ha celebrado este martes una nueva sesión del juicio en el que tres varones de nacionalidad rumana están acusados de la violación de una joven de 27 años de edad y de nacionalidad paraguaya en abril de 2017 en el entorno del estadio de la Cartuja, testificando un portero, cinco policías que trabajaron en el caso, cuatro médicos forenses y la médico que atendió en primera instancia a la mujer.

Mientras según el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, fue el 23 de abril de 2017, sobre las 3,00 horas, cuando la joven conoció en una discoteca del polígono de San Jerónimo a los tres procesados, D.D., N.M., ambos de 30 años, y A.I.M., de 31 años, fuentes del caso han explicado a Europa Press que este martes ha testificado el portero de dicha discoteca, quien habría manifestado que la mujer abandonó el establecimiento visiblemente bajo los efectos del alcohol, incluso siendo ayudada para desplazarse, y habría entrado voluntariamente en el vehículo en el que todos ellos dejaron el lugar.

A tal efecto, la Fiscalía considera en su escrito de acusación que dentro de dicho vehículo, y ya en las inmediaciones del estadio de la Cartuja, el acusado identificado como D.D. habría "manoseado" los genitales de la mujer, llegando a introducirle los dedos en la vagina pese a la oposición de la misma, para después agredirle fuertemente y finalmente penetrarla vaginalmente, prácticas que habría repetido los el también acusado A.I.M. pese a los intentos de la víctima por escapar.

Según la Fiscalía, la joven fue finalmente abandonada en un descampado cercano al lugar donde había sido estacionado el coche, no sin que antes N.M. le propinase también fuertes golpes y la penetrase vaginalmente, toda vez que a la joven se le diagnosticó el 2 de mayo una infección del tracto urinario, dada la existencia de restos contaminantes en el interior de su saco vaginal; necesitando tratamiento curativo consistente en toma de antibióticos, analgésicos, antiinflamatorios y cura de las erosiones.

En ese sentido, habría testificado también la médico del Servicio Andaluz de Salud (SAS) que atendió en primera instancia a la mujer, así como cinco policías que trabajaron en el caso y cuatro médicos forenses que examinaron a la joven, quien padece un trastorno de estrés postraumático severo, llegando a tener una tentativa de autolisis, lo que motivó su ingreso hospitalario.

LAS LESIONES DE LA VÍCTIMA

Los médicos forenses, al respecto, habrían manifestado que algunas de las lesiones de la víctima eran "compatibles" con los hechos denunciados, mientras otras podrían ser "justificadas" mediante la tesis de los acusados respecto a que la mujer cayese en una zona abrupta y plagada de basura y residuos.

El juicio continuará el próximo 27 de noviembre con la comparecencia de una testigo que no ha asistido a la sesión de este martes por motivos de salud y las calificaciones definitivas de las partes, toda vez que de momento, la Fiscalía considera que procede imponer a cada uno de los tres procesados por el delito de continuado de violación cometido por cada uno de ellos, la pena de 20 años de prisión, así como la pena de tres años de prisión también para cada uno de los acusados, por el delito de lesiones.

También pide para cada uno de los tres la pena de ocho años de libertad vigilada, que se ejecutará con posterioridad a la pena privativa de libertad, y la pena de prohibición de aproximarse a la víctima a una distancia no inferior a 500 metros, así como a su domicilio o lugar en la que la misma se encuentre, y prohibición de comunicarse con la misma por cualquier medio o procedimiento durante 25 años.

Asimismo, el Fiscal pide imponer a cada uno de los tres procesados la pena de privación del derecho a residir en la localidad de Sevilla o acudir a la capital andaluza durante 25 años. Por último, los acusados, según la Fiscalía, deberán indemnizar conjunta y solidariamente a la víctima en la cantidad de 2.500 euros por las lesiones y en la cantidad de 100.000 euros por el daño moral ocasionado a la misma.

Actualmente, dos de los acusados, en concreto D.D. y N.M., están en prisión provisional, mientras A.I.M., privado de libertad desde el mismo día, salió en libertad el 8 de agosto de 2017, día en el que se acordó su libertad con fianza de 12.000 euros y prohibición de acercarse a la víctima.

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