MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El consejero delegado de Metro de Madrid, Borja Carabante, ha asegurado que tiene la "conciencia tranquila" en relación a la gestión de la presencia del amianto, descarta dimitir, y ha enfatizado el "compromiso claro" por parte de la empresa, sindicatos, trabajadores y la Comunidad de Madrid para lograr la retirada de este material de las instalaciones a través de un plan específico en el que se "ha dejado la piel".
Por su parte, PSOE y Podemos han reclamado su dimisión o cese como máximo responsable del suburbano al entender que no tomó medidas resolutivas por la presencia del amianto hasta que se conoció el primer caso de enfermedad profesional y "ocultar información" a la opinión pública sobre la existencia de este material potencialmente cancerígeno. Frente a ello, el PP le ha pedido que siga al frente de Metro porque su gestión ha sido transparente y correcta.
Durante su comparecencia en la última sesión de la comisión de investigación sobre presencia de amianto en Metro, también ha apuntado que ya se ha adjudicado 26 millones de los 140 millones comprometidos en el plan de desamiantado, se han retirado el 20 por ciento de piezas detectadas, y que las 203 mediciones efectuadas han descartado la existencia de fibras de asbesto y que se han realizado casi 1.000 reconocimientos médicos también con resultado negativo.
Por otro lado, el consejero delegado de Metro ha explicado que de 290 elementos de trenes analizados, se han detectado solo en 24 piezas y que la compañía "por prudencia" ha paralizado unos 40 trenes con pintura bituminosa aislante que contiene amianto, pese a que en el metropolitano de Barcelona sí circulan.
La cuestión de la pintura bituminosa, según Carabante, es uno de los elementos que más perjuicios ha causado a Metro porque supone la retirada de circulación de estos vehículos y por ser "difícil" su retirada. "No voy a escatimar ningún recurso en el desamiantado de Metro", ha apuntado.
También ha asegurado que Metro ha cumplido la legislación vigente en la materia y que, cuando se remitió un correo en marzo de 2017 sobre el posible caso de enfermedad profesional por asbestosis, que luego fue confirmado (septiembre), y que entonces se "detonó" una investigación para localizar, identificar y hacer un seguimiento de vigilancia de la salud.
En esa labor de recopilación de información, entre mayo y junio fue cuando se le informa del polémico informe de 2003 elaborado por el área de Prevención y Salud Laboral de Metro y también supo posteriormente del acta de 2013 del Comité de Prevención en el que se aludía también a la existencia de este estudio.
Al respecto, ha especificado que en ese momento lo que conoce es el informe y no la presencia de amianto, dado que se estaba recopilando información, y que la compañía cuando se detecta cumple "escrupulosamente la ley" ante la existencia de este material, potencialmente cancerígeno.