SEVILLA, 3 (EUROPA PRESS)

Después de que el pasado 2 de octubre de 2019 la juez Mercedes Alaya decidiese suspender definitivamente el juicio mediante jurado popular iniciado días antes contra un hombre acusado de maltratar y asesinar en junio de 2017 a su bebé de seis meses en una vivienda del barrio de El Cerezo de la capital hispalense, dado el estado del acusado en coma inducido después de intentar suicidarse en el Centro Penitenciario Sevilla I, la vista oral será repetida a partir del 21 de febrero, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

De este modo, está previsto que la vista, en la que se juzgará además a la madre del pequeño por delitos de abandono de familia y maltrato en el ámbito familiar, comience el día 21 de febrero con la nueva constitución del jurado popular, mientras que el día 24 se ha reservado para la presentación de las alegaciones previas por las partes personadas en este procedimiento, la declaración de los acusados y de varios testigos. El día 25 continuará la comparecencia de testigos y el día 26 será el turno de los peritos.

Este juicio se inició el 23 de septiembre del año pasado, pero, tras la celebración de varias sesiones, en las que el acusado alegó que el pequeño "sólo se atragantó" con leche y que por eso le llevó al hospital, sin saber supuestamente "nada" de un golpe mortal que el bebé sufrió en su cabeza y que es recogido por los informes forenses, tuvo que suspenderse tras intentar suicidarse en la cárcel este varón identificado como B.S.R.G. De este modo, la vista oral se repetirá desde el principio y con un nuevo jurado.

En su escrito de acusación, la Fiscalía reclama para el acusado la pena de prisión permanente revisable por un delito de asesinato, seis meses de prisión por un delito de abandono de familia y un año de cárcel por un delito de maltrato en el ámbito familiar, mientras que para la madre del bebé reclama seis meses de prisión por el delito de abandono de familia y un año de cárcel como autora en comisión por omisión de un delito de maltrato en el ámbito familiar.

El Ministerio Público considera que los acusados mantenían una relación sentimental y tenían en común un hijo que a la fecha de los hechos contaba con seis meses de edad y que nació prematuro, pesando sólo 1,145 kilogramos. Así, el bebé permaneció ingresado en un centro hospitalario hasta el 16 de marzo de 2017.

"CON DESPRECIO A SUS DEBERES COMO PADRES"

Según señala la Fiscalía, durante este primer ingreso, los acusados, "con desprecio a sus deberes como padres, mostraron total despreocupación en el proceso de seguimiento de las enfermedades y de recuperación del recién nacido, sin acudir a las visitas de acompañamiento y entrenamiento en cuidados", a lo que se suma que "no se encontraban localizados, manteniendo un constante comportamiento agresivo y disruptivo con los médicos, personal y otros pacientes del hospital".

El pequeño quedó nuevamente ingresado entre los días 17 de marzo y 8 de abril de 2017, indicando el Ministerio Fiscal que, desde el alta hospitalaria y hasta el 12 de junio, la víctima "estuvo bajo la responsabilidad exclusiva de sus padres, quienes, sin embargo, con dejación de sus obligaciones, no le procuraban los cuidados necesarios y le daban de comer a su antojo, dejándole en alguna ocasión más de 12 horas sin comer".

Además, la acusada "le retiró el suplemento de hierro y la leche especial prescrita por los facultativos", mientras que, "a pesar de conocer la importancia de los controles médicos del niño", ambos encausados "evitaron su control médico" por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y no acudieron a nueve citas programadas en Neonatología, todo ello "para que no se detectase la ausencia de cuidados debidos, los signos de desnutrición del niño, que perdía peso progresivamente, o los hematomas sufridos", según asevera la Fiscalía.

En este sentido, precisa que, en mayo de 2017, el acusado, al intentar que el niño se tomara la leche del biberón, "como quiera que no paraba de llorar, de forma agresiva le apretó con fuerza la cabeza con una de sus manos y con la otra le presionó las mandíbulas, provocándole hematomas en la cara". El Ministerio Público indica que, como el niño seguía llorando, el investigado "lo zarandeó, cogiéndolo con una mano de la cabeza y la otra en el cuerpo", mientras que la madre, "que presenció la agresión, no hizo nada por impedirlo y tampoco lo llevó al médico para curarle".

"SIN IMPORTARLE QUE MURIERA"

Sobre las 14,00 horas del 12 de junio de 2017, y según expone la Fiscalía en su escrito de acusación, el investigado, "con ánimo de causar la muerte a su hijo, quien no tenía capacidad alguna de defensa dada su corta edad, o, en todo caso, sin importarle que se muriera, apretando su cabeza, la chocó violentamente contra una superficie lisa y dura no determinada, al tiempo que lo zarandeaba de forma brusca y acelerada".

La Fiscalía agrega que el bebé sufrió un traumatismo craneoencefálico severo que le provocó una triple fractura craneal, por lo que ingresó en Urgencias de un centro hospitalario sobre las 15,40 horas del 12 de junio, manifestando en ese momento el acusado "que se había atragantado con la leche del biberón, ocultando en todo momento la violencia desplegada por él y el golpe mortal dado al niño".

"A pesar de los esfuerzos terapéuticos realizados en los días posteriores en el Hospital", y debido a las lesiones sufridas, el bebé falleció a las 10,35 horas del 17 de junio de 2017. El acusado permanece en situación de prisión provisional por estos hechos desde el 15 de junio de 2017, mientras que la madre se encuentra actualmente en libertad provisional.

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