Antonio Banderas: "Un líder es un ser con capacidad para hacer que aquellos que le rodean saquen lo mejor de sí mismos"

El actor, director y empresario malagueño Antonio Banderas ha afirmado este jueves que un líder moderno "no es quien trata de imponer un criterio, una ideología, un sistema, una forma de pensar; no es alguien con carisma, encanto y gracia para atraer a otros como si se tratase del 'Flautista de Hamelín'; no es un héroe o un iluminado que lucha contra molinos de viento", sino que "un líder de verdad es un ser con la capacidad, simple y compleja a la vez, para hacer que aquellos que le rodean saquen lo mejor de ellos mismos".

Banderas, que ha participado en el Congreso de Directivos de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) 2019, que se celebra en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, ha disertado en su intervención sobre liderazgo, agradeciendo a quienes han pensado que el concepto de liderazgo "no es solo aplicable a las personas, sino a aquellas comunidades que se identifican con una forma de vivir, convivir, desarrollarse, crear y soñar a las que llamamos ciudades".

Por otro lado, ha reconocido que hablar de liderazgo frente a un auditorio como este le "viene grande", pero ha aludido al concepto de "locura, por lo que tiene de romántico, de cervantino y de español". Al respecto, ha afirmado que "tras cada líder se esconde un soñador", asegurando que en el terreno de los sueños se siente "cómodo".

"Está muy bien que en el principio del camino locura los sueños, las ideas, formen parte de la pasta de la que se modelaron los líderes", pero "una vez situados frente al molino es importante que veamos un molino".

"Aquel que en lugar de ver un molino vea un gigante no será, casi con total seguridad, un líder; y si lo llega a ser será un líder iluminado, y estos son los líderes de los que nos tenemos que cuidar y proteger", ha afirmado, aclarando que Don Quijote "ha sido, es y será uno de mis más amados héroes".

Al respecto, ha afirmado que, además de idolatrarlo desde su condición de personaje literario, "en un alarde de locura he asumido la quijotada de levantar una empresa teatral contra todas las voces que me aconsejaban no hacerlo y con la perspectiva financiera, no solo de no ganar dinero, sino de perderlo". "Hasta ahora en esto último estoy triunfando plenamente", ha bromeado.

Eso sí, ha dicho que "un héroe no es un líder" y ha incidido en que él tampoco es un héroe, pese a interpretar a algún personajes, por lo que está, ha señalado, "más cercano al loco". Así, ha aludido a que los líderes necesitan de personal, además de que requiere de una "vena ejemplarizante y un gran poder de comunicación, coherencia en sus ideas y forma de exponerlas"; además de "carisma", criticando que se "vilipendie y se infamie" a los empresarios.

REDES SOCIALES

De igual modo, ha explicado que las redes sociales están llenas de líderes, a los que se les denominan 'influencers'. "La mayoría de ellos son jóvenes y la mayor parte de esos mensajes, no todos, no están basados en valores sólidos, complejos y profundos, más bien juguetean sobre las superficie resbaladiza y cambiante de la apariencia exterior, de los cánones de belleza física y de las relaciones frívolas", ha recalcado.

A su juicio, parte de este nuevo fenómeno "es la consecuencia clara de la falta de visión de nuestra generación por no haber sabido leer las necesidades de este universo nuevo en el que flotamos más bien perdidos, por no haber sabido comunicar valores basados en la capacidad de sacrificio, constancia y búsqueda de la excelencia".

Es más, ha incidido en que "estamos sufriendo la poca atención prestada a una juventud enfadada, que se nos va de las manos y a la que no entendemos", ha dicho, añadiendo: "Hemos construido un mundo en el que lo real no es lo que vemos", advirtiendo, de igual modo, de que "a muchos les conviene mantener las verdades ocultas, y de esta manera la arquitectura que sostiene la sociedad se tambalea".

"En ese contexto, el líder tiene los días contados", ha dicho, ya que "cualquiera que adquiera un espacio de poder sobre los demás ganado a través de años de trabajo y constancia se convierten en una amenaza para los que han adquirido el poder por la vía rápida y se manejan de maravilla en los poderosos foros de la picaresca cibernética".

En este punto, ha añadido que "crear confusión es, además, un arma de destrucción masiva", añadiendo que "al explotar termina manchando a todos por igual y permitiendo a los impostores ocupar el espacio de los genuinos, de los legítimos líderes". "Todo afecta de forma dramática a los verdaderos políticos, empresarios, banqueros, artistas de verdad, etcétera".

"NOS HEMOS PERDIDO EN LAS PALABRAS Y HEMOS DEJADO ATRÁS LAS ACCIONES"

"Cuando el problema al que nos enfrentamos es la falta de credibilidad, el resurgimiento de un líder de verdad se hace complicado", ha dicho, precisando que "quizá el problema es que nos hemos perdido en las palabras y hemos dejado atrás las acciones".

"Aquí, en este contexto, nada más hermoso que el empresario que se siente rico no por las cantidades de dinero que acumula, sino por las cantidades de familias a las que ofrece la posibilidad de una vida digna", ha dicho.

MÁLAGA

En su intervención también ha tenido palabras para Málaga: "Hace mucho tiempo que Málaga se piensa a sí misma en grande", valorando que "en los últimos años se ha pasado del pensamiento a la acción y esta ciudad se siente ya preparada para liderar".

"El hecho de que este evento, que concentra a todos los nombres verdaderamente importantes del empresariado español se concentre aquí es una muestra más de esto", ha destacado.

Ha reconocido, no obstante, que "cometeremos errores, sufriremos tropiezos, nos costará salvar algún obstáculo" pero esta Málaga "solo mirará atrás para coger el impulso necesario que nos catapulte hasta el futuro", asegurando que ese futuro "muchos malagueños lo soñamos esperanzador y por qué no, brillante".

PRÓLOGO

En el prólogo de su intervención ha explicado el germen de su discurso y ha detallado que "si hubiese de definir mi estilo escribiendo, si es que tal estilo existiese, este debería denominarse algo así como 'literatura del borbotón'": "Escribo a borbotones, más aún como en esta ocasión donde las actividades teatrales, cinematográficas y de todo tipo se han ido agolpando con tal virulencia que me he visto obligado a escribirlo en el avión que me llevaba a Los Ángeles y en el que posteriormente me trajo de vuelta a casa".

Ha precisado que cuando comenzaron los ensayos de 'A Chorus Line', musical que el 15 de noviembre inaugurará su Teatro del Soho, estaba en una pequeña ciudad en el estado de Colorado, donde anualmente se celebra un festival de cine y donde se requirió su presencia para promocionar 'Dolor y Gloria', la película de Pedro Almodóvar, que "tanta satisfacciones nos está dando".

"El pueblo, por lo que me dijeron, es precioso; yo no tuve ocasión de disfrutarlo", ha explicado, ya que iba a una proyección, a un debate, mesa redonda y coloquio: "Se duerme poco, se come mal, se piensa mucho en los ensayos que habían comenzado en Málaga y en los que yo no estaba". Después, ha continuado, saltó a otro festival de Cine en Toronto y tras llegar a Málaga e ir agarrando ritmo en los ensayos, tuvo que marcharse a Nueva York.

"Termino en Nueva York antes de que Nueva York terminara conmigo y vuelvo a Málaga como el día de la marmota", ha continuado, y "de nuevo a Los Ángeles". "Los ensayos --ha continuado-- en su punto crucial y yo en California, en la carrera de los Óscar, agarrado más a el dolor que a la gloria, por no poder estar en los ensayos con mi compañía disfrutando de mi sueño". "Lo del Óscar no lo sé, pero que tengo una nominación para entrar en el libro Guinness World Records, seguro", ha ironizado.