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No ha sido un buen año para la inversión en China. A la desaceleración económica del país, que está muy lejos del objetivo de crecimiento de Pekín, se le han sumado la persistente crisis del mercado inmobiliario del gigante asiático y el aumento de las tensiones geopolíticas y sus consecuencias sobre los mercados. El pobre rendimiento de la renta variable ha hecho proliferar los pronósticos de mayores caídas si la reapertura no llega en los plazos esperados, aunque también hay quien prefiere ver el vaso medio lleno. “El período más duro ha quedado atrás. Hay señales que apuntan a la proximidad de un punto de inflexión”, aseguran desde UBS.

“Lo peor de los confinamientos y las perturbaciones relacionadas con el Covid-19 parece haber pasado y la economía se encuentra inmersa en la senda de normalización, ya que las actividades del comercio, la inversión, así como el consumo y los servicios se han recuperado”, explica Diogo Gomes, CRM sénior de UBS AM Iberia, al tiempo que señala que “en los últimos meses ha habido más claridad y apoyo en el negocio de las plataformas, la regulación de los datos, la ley antimonopolio y el sector inmobiliario”.

La firma ve un rebote en la producción “gracias a la flexibilidad de la mano de obra para ajustarse a los rápidos cambios de la oferta y la demanda, lo que reduce el riesgo de la cadena de suministro y mejora la eficiencia de los costes para las empresas multinacionales”. “Es poco probable que esta ventaja cambie a corto plazo, especialmente cuando los mercados desarrollados están sometidos a una fuerte presión inflacionista”, añaden.

Asimismo, Gomes señala que, a pesar de la actual situación en el sector inmobiliario, los préstamos fallidos se mantienen en un nivel manejable entre todos los créditos inmobiliarios. “Desde UBS AM creemos que el Gobierno podría hacer más para estabilizar el mercado, ya que el nerviosismo de los inversores tarda en remitir y una economía estable requiere un mercado inmobiliario estable”, apunta.

Por otro lado, indican desde UBS, la renta variable china sigue cotizando con un gran descuento, ya que el extremo pesimismo de los inversores ha creado un “círculo vicioso”. “Dado que la mayor parte de la debilidad de las acciones no se basa en los fundamentales, cualquier factor positivo puede desencadenar subidas”, agrega, “Es doloroso esperar a la llegada del punto de inflexión, pero creemos que veremos una acción política más fuerte”.

“Tras la reciente sesión del Congreso Nacional del Partido, nuestra atención se centra en comprender las prioridades a largo y corto plazo del nuevo Gobierno e identificar las tendencias estructurales, así como las oportunidades de inversión que surgen de ellas”, explican desde la firma suiza. La perspectiva de UBS a largo plazo sobre la inversión en China es “positiva”, ya que “creemos que la política de reformas y apertura seguirá siendo la base del nuevo gobierno”.

“Sin embargo, las tensiones inflacionistas externas, junto con la continua aplicación por parte de China de una estricta política anticovid y la debilidad del sector inmobiliario, son algunas de las principales razones para adoptar una posición defensiva este año”, explican. En consecuencia, “un enfoque de valor relativo puede ser una estrategia más eficaz para minimizar el riesgo de caída” en un entorno de mercado tan volátil, al tiempo que permite a los inversores “mantener la exposición a la oportunidad de crecimiento de China a largo plazo”.

RENTA FIJA: OPTIMISMO Y CAUTELA

UBS subraya que China ha vivido un ciclo de tipos de interés” diferente” al de los principales países desarrollados durante los últimos tres años. Al contrario que en los mercados donde la inflación se disparó, el IPC de China se ha mantenido muy baja. “Esto ha conducido a la estabilidad de la TIR de los bonos soberanos chinos, en claro contraste con la TIR rendimientos de los bonos mercados desarrollados, que se han disparado drásticamente en lo que va de año”, explica Gomes.

Por ello, debido al repunte de los bonos domésticos, la deuda soberana china ha registrado sensibles ganancias en lo que va de año, en comparación con las pérdidas en los bonos gubernamentales de los países desarrollados.

“Incluso si tenemos en cuenta la apreciación del dólar estadounidense (USD) frente a la mayoría de las principales divisas, ayudada por la menor volatilidad del yuan chino, la deuda del tesoro china sigue superando a los principales bonos soberanos de los mercados desarrollados en términos de USD y, además, ha ofrecido una buena diversificación para la cartera de renta fija global de los inversores”, apuntan desde UBS.

Pero no es oro todo lo que reluce. Las caídas de los bonos chinos del sector inmobiliario, con calificación de ‘high yield’, siguen estando a la orden del día, aunque hay señales positivas. “Recientemente, otras partes del mercado también se han suavizado con los mercados mundiales ‘high yield’ debido al sentimiento general de aversión al riesgo”, señala Gomes. En el caso del sector inmobiliario chino de ‘high yield’ en dólares, la debilidad de las ventas de propiedades “aún no ha mejorado, a pesar del giro favorable de la política y de la valoración ya deteriorada de los bonos”.

“Hay que tener paciencia y somos optimistas sobre los bonos chinos ‘high yield’ en dólares y de grado de inversión. Estamos gestionando el riesgo con prudencia frente a la elevada inflación mundial y los temores de recesión”, sentencia.

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