ep archivo   carguero de la naviera estatal china cosco en el puerto de hamburgo alemania
Carguero de la naviera estatal china COSCO.THIES RÄTZKE - Archivo

El presente año estaba marcado como el de la recuperación de la economía china, en el que se esperaba un fuerte crecimiento tras la supresión de las políticas para frenar el avance del covid-19, que el país mantuvo durante más tiempo que otros territorios, aunque las cifras presentadas por el gigante asiático están resultando "decepcionantes" para los analistas, quienes ya predicen que "crecerá a un ritmo más moderado" en el medio plazo.

"Las cifras nacionales del segundo trimestre publicadas resultaron curiosas. La producción superó ligeramente las expectativas en términos intertrimestrales desestacionalizados, con un aumento del 0,8% frente a las expectativas de un incremento intertrimestral del 0,5%. Sin embargo, la tasa anual de crecimiento del PIB no alcanzó las expectativas (6,3% frente a 7,3%) tras las revisiones de los datos anteriores", destaca David Rees, economista jefe de mercados emergentes de Schroders.

En cualquier caso, señala, los últimos datos "son decepcionantes" y muestran que, tras un buen comienzo de año, "la actividad cayó en picado a partir de abril". Desde la firma esperaban que el "subidón de azúcar" de la reapertura se extendiera, al menos, durante el segundo trimestre, aunque las cifras conocidas hasta la fecha desmontan esta posibilidad.

"Sólo las revisiones a la baja y los cambios en los efectos de base restan aproximadamente un punto porcentual a nuestra previsión de crecimiento del 6,5% para este año", destaca.

Los analistas de Oxford Economics, por su parte, captan cierto pesimismo sobre las perspectivas del país, y aseguran que "los participantes del mercado parecen aceptar que China crecerá a un ritmo más moderado".

Además, explican que "el débil comportamiento de la demanda en el segundo trimestre se puede atribuir a la falta de estímulo del lado de la demanda durante los períodos de cierre, la réplica de las sorpresas normativas y regulatorias durante los últimos dos años, y las continuas pérdidas del mercado inmobiliario".

"Si bien creemos que no existen soluciones políticas rápidas para los desafíos de China, creemos que las autoridades introducirán variantes más prudentes de política expansiva a medida que 'ganan tiempo' para resolver los problemas estructurales más grandes del exceso de capacidad del sector inmobiliario, el aumento de los riesgos de la deuda y los desafíos planteados por el envejecimiento demográfico", detallan.

LAS MEDIDAS DEL POLITBURÓ

En un esfuerzo por reconducir la economía del país hacia las prometedoras expectativas con las que contaba a principios de año, el Politburó, el órgano clave de toma de decisiones de máximo nivel del Partido Comunista de China, prometió el mes pasado una serie de medidas de estímulo para espolear la actividad.

En ese sentido, en la firma británica esperan "más relajación" en materia de vivienda, "incluido el apoyo a desarrolladores de alto perfil en dificultades, especialmente cuando se trata de cumplir con los compromisos de preventa".

"Las tensiones reportadas recientemente, como el gigante inmobiliario CoGard, se suman a la crisis de confianza en el sector y serán observadas de cerca como una señal de política para otros desarrolladores en tierra. En un giro espectacular, las autoridades están introduciendo medidas de flexibilización en las ciudades de primer nivel, donde la demanda sigue siendo relativamente boyante, y exigen la renovación de las 'aldeas urbanas'", aseguran.

En general, consideran que "un entorno de políticas más favorable, junto con presiones de reducción de existencias que se desvanecen rápidamente y que compensan una demanda externa más débil, significaría que el crecimiento secuencial probablemente tocó fondo en el segundo trimestre, con repuntes en el tercer y cuarto trimestre que ahora llevan el crecimiento anual a un nivel probablemente todavía políticamente aceptable", que será, según sus estimaciones, del 5,1%.

"PUNTOS RELATIVAMENTE BRILLANTES"

Mientras el país acumula motivos para cierto pesimismo, también cuenta con algunos "puntos relativamente brillantes", como "los segmentos de la industria que se veían expuestos a los vientos de cola de las políticas a largo plazo, como la energía nueva y verde, la fabricación de alta tecnología y los sectores de nueva tecnología".

"Si bien la producción industrial ha languidecido un poco en estos meses iniciales de reapertura, parece haber cierto dinamismo en la tendencia de crecimiento de estos sectores de la 'nueva economía', así como en la vanguardia de China en la fabricación mundial de energías renovables", destacan en Oxford.

Asimismo, David Perrett, codirector de acciones de Asia-Pacífico en M&G Investments, asegura que "China quiere volverse menos dependiente del sector inmobiliario", mientras que en la industria de los semiconductores "todavía va a la zaga de los líderes, pero ya se está convirtiendo en el líder del mercado mundial en numerosas tecnologías respetuosas con el medio ambiente".

"China ya es el mayor productor de productos de energía renovable y el principal proveedor de vehículos eléctricos. Este liderazgo tendrá un impacto tangible en los mercados globales durante la próxima década. En el área de la gestión de la cadena de suministro digital, las empresas chinas ya están revolucionando una serie de mercados minoristas globales, incluida la industria de la moda rápida", destaca.

Además, Perret anticipa que "en los próximos meses, los inversores estarán atentos a más detalles sobre las medidas de estímulo y el impacto de las políticas de filtración ajustadas", y no perderán de vista el mercado chino, puesto que "el punto de partida actual para las valoraciones de las acciones chinas se encuentra en gran medida en niveles muy atractivos".

Noticias relacionadas

contador