Las bolsas asiáticas han dejado notar el lastre de los índices de la bolsa de Nueva York y han acabado en rojo la última sesión semanal, a medida que se ha ido imponiendo la cautela entre los inversores. El tono pesimista de este viernes está en consonancia con la sesión del jueves de Wall Street, donde el rendimiento de los bonos a 10 años en EEUU alcanzó su máximo en 14 meses, el 1,75%. Eso justifica que el Dow Jones haya caído ligeramente (-0,46%), mientras el del S&P 500 lo ha hecho un 1,48% y el del Nasdaq cerca un 3%.
Las acciones australianas cotizaron a la baja, y el índice de referencia ASX 200 cerró con un descenso del 0,56%. El Kospi de Corea del Sur cayó un 0,68%, mientras que el Kosdaq cambió las pérdidas y ganó un 0,24%.
En Hong Kong, el índice Hang Seng cayó un 1,82% y las acciones de China continental también bajaron: el compuesto de Shanghai bajó un 1,78% y el componente de Shenzhen perdió más de un 2,6%.
En Japón, el Nikkei 225 bajó un 1,29%, cuando el banco central de Japón concluyó su reunión de política monetaria de dos días. El supervisor monetario anunció una serie de medidas que incluyen la decisión de ampliar el rango en el que el rendimiento de la deuda pública japonesa a 10 años puede fluctuar desde el nivel objetivo hasta entre más y menos 0,25%.
