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A la vista del gráfico semanal se puede decir que el movimiento lateral-bajista del último año encaja a la perfección dentro de lo que parece ser una potencial formación de implicaciones alcistas en forma de ‘bandera’ de continuidad de tendencia: alcista.
Por lo tanto, y siempre que coloquemos un stop loss en precios de cierre por debajo de los 19,88 euros (en velas semanales) cabe apostar por un movimiento hacia la parte superior del canal, ahora en los 26 euros.
Cabe apostar por un movimiento hacia la parte superior del canal, ahora en los 26 euros
Y por encima, los 27 euros. Ni que decir tiene que, además, la superación de los máximos de 2017 (27,07) sería la confirmación de un nuevo impulso alcista en términos de medio y de largo plazo, con objetivo en los 36 euros. Todo lo anterior puede ser factible siempre que se respeten los mínimos anuales.
A comienzos de julio conocimos que (fuente Europa Press) el consejero delegado de Thyssenkrupp, Heinrich Hiesinger, presentaba su renuncia al cargo apenas seis días después de que la compañía alemana suscribiera un acuerdo definitivo con la india Tata Steel para crear una sociedad conjunta al 50% que combinara sus respectivos activos en Europa y será la segunda mayor siderúrgica del Viejo Continente, solo por detrás de ArcelorMittal.
A finales de junio Thyssenkrupp anunciaba la formación de una 'joint venture' con la siderúrgica india Tata Steel, controlada al 50% por ambas empresas, en la que combinarían sus respectivos activos europeos, dando origen a un gigante del sector con una facturación en torno a los 17.000 millones de euros anuales y casi 50.000 empleados.
