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Desde los máximos del pasado mes de diciembre ($379,49) los títulos de Tesla se han dejado por el camino ni más ni menos que un 39%.
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A la vista del gráfico mensual de la cotización de Tesla es fácil entender el motivo por el que decimos aquello de que si hay que intentarlo con este título tiene que ser ahora. ¿Por qué? Porque los actuales mínimos coinciden con la recta resistencia (directriz bajista por aquello de tener tres puntos de tangencia) que unían los máximos decrecientes de septiembre de 2014, julio de 2015 y abril de 2016. De manera que la prolongación de esta zona de resistencia pasaría a actuar ahora como soporte, y desde ahí rebotó en abril de 2018 y puede que lo haga ahora. Casualmente la corrección se ha frenado en seco ahí, dándose a conocer además este jueves una importante noticia para la compañía como es una ampliación de capital por importe de $2.000 millones.
Con todo, sabemos cómo se las gasta este título para lo bueno y para lo malo. Así como las dificultades financieras por las que está pasando la compañía. Lo que no quita para que, técnicamente hablando, podamos afirmar que ahora puede ser el momento de intentarlo. Ya que la teoría más básica reza que en los soportes se compra, no se vende.
Atentos también a esas potenciales divergencias alcistas que se pueden terminar confirmando si el precio continúa rebotando en las próximas sesiones/semanas.
