Los dos subyacentes despiertan amor y odio por partes iguales entre la comunidad inversora y en realidad este sentimiento tiene mucho que ver con el hecho de que estemos invertidos o no en ellos.
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Análisis Técnico
Lo cierto es que como analista técnico un servidor se limita a analizar el precio y solo el precio. Que no es poca cosa. Es el resultado final entre la oferta y la demanda sesión tras sesión. Donde los inversores recogen en tiempo real todas las noticias que ya conoce el mercado. Por lo tanto, hay que limitarse a analizar lo que nos dicen los precios tratando de hacer oídos sordos a todo lo demás.
Estos dos subyacentes son objeto de deseo por parte de todos los medios de información económica y financiera y es raro el día que no se escribe sobre ellos, para bien y para mal. Opiniones de expertos y análisis los hay de todos los tipos a todas las horas y esto al final genera ruido. Mucho ruido. Y esa es una ventaja para los analistas técnicos. Como decía Góngora “las palabras cera, las obras acero”. O dicho de otra manera, lo que realmente importa son los actos, no las palabras. Y eso es el análisis técnico, el resultado final de los actos de los inversores, de ahí que se diga que lo único que realmente importa es el precio y solo el precio.
Y correcciones puntuales aparte, como es el caso de la compañía de la que es CEO Elon Musk que ha experimentado un duro correctivo esta semana (-20%), estamos hablando de dos valores que presentan claras estructuras alcistas en términos de medio y de largo plazo. Y ello no es incompatible con el hecho de que puntualmente asistamos a fuertes y violentas correcciones. Nada sube por los siglos de los siglos sin su correspondiente ajuste/corrección proporcional, no lo olviden.
A continuación, los analizamos desde el punto de vista de los gráficos:
TESLA
Todo iba como la seda en este valor hasta que el fin de semana Elon Musk hacía de las suyas en la red social Twitter, en la que hacía una encuesta a sus seguidores para consultarles si debía vender el 10% de sus acciones de Tesla, y el 57,9% de éstos le contestaron que sí debería deshacerse de esa participación. Y es que todo el que invierte en esta compañía debe saber que su CEO es propenso a escribir lo que le viene en gana sin mirar las posibles consecuencias. Los genios y sus excentricidades, para lo bueno y para lo malo.
Así, desde los máximos históricos (1.243,49 dólares), se ha dejado un 20%. Que no es poca cosa. Este jueves conocíamos que vendía 5.000 millones de dólares en acciones de la compañía y este viernes conocíamos que vendía otros 687 millones.
Por lo demás, todo sigue igual. Este verano advertíamos por activa y por pasiva del interesante comportamiento de la acción, que se encontraba 'surfeando sobre el cruce de la muerte'. Y tras apoyarse en dicho cruce de medias en cuatro ocasiones el precio salía con fuerza al alza batiendo la importante resistencia (ahora fuerte soporte) de los 900 dólares. No sé, ni nadie, si el valor corregirá de nuevo hasta los 900 dólares, pero si lo hace estaremos en teoría ante una clara oportunidad de compra en el valor (¿throw back?) para aquellos que se hayan quedado fuera del 'rally'. Para los que vengan invertidos con mucha anterioridad no tiene nada de lo que preocuparse. Al fin y al cabo lo que tenemos es una corrección, violenta eso sí, dentro de una clara tendencia alcista de fondo, o primaria. Lo que pasa es que en este valor todo es siempre a lo grande. No es apto para cardíacos.
BITCOIN
Este miércoles el futuro del bitcoin nos marcaba un nuevo máximo de todos los tiempos en los 69.355 dólares y en la misma sesión nos marcaba poco después 63.020 dólares. Haciendo honor a la volatilidad que le caracteriza. Técnicamente no hay mucho que decir que no hayamos comentado anteriormente. De todas formas, correcciones puntuales aparte, todo sigue igual. La tendencia es alcista en todos los plazos. El subyacente se encuentra en subida libre y el primer soporte importante lo tenemos, como no puede ser de otra manera, en el último mínimo creciente (57.855) y por debajo tenemos los máximos de septiembre, en los 53.125 dólares. Por el lado de las resistencias tenemos los recientes máximos anuales e históricos (69.355) y los 100.000 dólares.
En realidad los 100.000 dólares no son nada más que una cifra redonda y psicológica de la que se viene hablando desde hace mucho tiempo y si bien es cierto que no es una resistencia real, puede terminar siéndolo. La experiencia me dice que si todo el mundo está convencido de este nivel como objetivo de subida, una de dos: o la supera con claridad o se nos frena antes de alcanzarla. En cualquier caso, lo que ahora mismo no tenemos es señal alguna de debilidad dentro de la impecable estructura alcista de fondo de los precios. Es un claro mantener en cartera.