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A la vista del gráfico semanal de la operadora española podemos ver cómo existe una más que interesante zona de soporte en la directriz alcista de medio y de largo plazo. Aquella que viene a unir los mínimos crecientes desde mediados de 2012.
Al unir los mínimos crecientes de 2016 y de 2016 tenemos una recta soporte, ahora ya directriz alcista, que pasa por los mínimos de julio en los 7,16 euros. O lo que es lo mismo, en la medida en que Telefónica no perfore en precios de cierre semanal los 7,16 euros cabe seguir manteniendo las posiciones alcistas en la compañía. E incluso incrementarlas en fases correctivas. Como primera resistencia importante tenemos los 8,25 euros, el último gran máximo decreciente. Es más, sólo por encima de esta podremos hablar de un antes y un después en la compañía.
A finales de julio hemos conocido que Telefónica ha vendido el 9,99% de Telxius Telecom, su compañía global de infraestructuras de telecomunicaciones, por 378,8 millones de euros a Grupo Pontegadea, la inmobiliaria propiedad de Amancio Ortega. La teleco ha vendido un 16,65% de Pontel, que es titular del 60% de Telxius. En un comunicado, Telefónica explica que la venta se ha realizado a través de su filial, Pontel Participaciones, que es titular del 60% del capital social de Telxius. En concreto, tras la operación Pontegadea es propietaria de un 16,65% de Pontel y Telefónica del 83,35% restante.
Telefónica ha señalado en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que esta transacción no generará impacto en los resultados consolidados del Grupo Telefónica por tratarse de la venta de un porcentaje minoritario, manteniendo Telefónica el control sobre Pontel y Telxius. La operación supone un precio de 15,2 euros por acción.