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Cuando un subyacente corrige de la manera en que lo ha hecho Técnicas Reunidas hay muy poco que decir desde el punto de vista del análisis técnico.
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Este viernes el título llegaba a caer un 31,5% segundos después de comenzar a cotizar en el mercado con una hora de retraso, ya que la presión vendedora era de tal calibre que se necesitó ampliar en varias ocasiones el rango de precios durante la preapertura. Finalmente cerró con caídas importantes, del -17%, pero al menos lo hizo lejos de los mínimos de la sesión. Desde el punto de vista del análisis técnico no se puede decir mucho del título ante un desplome, pocas veces visto en el mercado, como el del pasado viernes. De hecho a día de hoy se puede decir que para tener una primera señal de fortaleza el imponente hueco bajista de este viernes se debería cerrar, lo que significaría recuperar los niveles de cierre del jueves pasado (en los 28,10 euros), algo que carece de sentido alguno en este momento, no es operativo.
Lo único a lo que uno se puede agarrar en este momento es a la idea de que el mínimo de la semana pasada en los 19,25 euros funcione como importante soporte de medio y de largo plazo, pues como se puede apreciar en el gráfico semanal de largo plazo la zona de soporte, la zona de control por abajo, la encontramos en los mínimos de 2016, esto es los 19,90 euros. Hemos asistido a una corrección muy rápida y violenta que ha restado la totalidad del último impulso alcista sin capacidad de reaccionar. Y quién sabe si desde aquí intentará de nuevo reestructurarse al alza en términos de largo plazo. Lo único que sabemos es que los niveles visitados el pasado viernes, en un momento de pánico nunca antes visto y con un fortísimo volumen de negociación, es un potencial nivel de soporte. Si luego estos terminan siendo algo más... solo el tiempo lo dirá.