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Dentro de que no es fácil analizar un subyacente que no tiene mucho histórico todavía, al menos se empiezan a ver ciertas cosas.
Como es el hecho de que el último rebote en el título encaja a la perfección dentro de lo que es un simple ‘pull back’ a la directriz alcista, antes soporte y ahora resistencia. Y poco más podemos contar.
Con todo, se nos ocurren dos posibles estrategias: abrir cortos (posiciones bajistas) con objetivo de caída en el nivel de los 160 dólares (ajuste del 61,8% de toda la subida previa) y stop loss, en cierres, por encima de los 187,35 dólares, el último máximo decreciente. O permanecer a la espera, ante la posibilidad de que más adelante salte por encima de la resistencia de los 187,35 dólares, en cuyo caso el objetivo de subida lo colocaríamos en los máximos históricos (198,99 dólares).
A finales de julio conocimos que la plataforma de música en streaming Spotify registraba unas pérdidas netas atribuidas de 394 millones de euros entre abril y junio de 2018, un resultado negativo que duplica (+109%) los 'números rojos' de 188 millones del mismo periodo de 2017, según informó la compañía, que debutó en Bolsa a principios del pasado mes de abril.
La cifra de negocio de Spotify en el segundo trimestre del año creció un 26,4% interanual, hasta 1.273 millones de euros. Sin tener en cuenta el efecto del tipo de cambio, la facturación de la compañía aumentó un 34%. Los ingresos por suscripciones 'premium' sumaron en el segundo trimestre 1.150 millones de euros, un 27% más que hace 12 meses, mientras que los ingresos de publicidad crecieron un 20%, hasta 123 millones de euros.
Al cierre del segundo trimestre de 2018, la plataforma de música en 'streaming' contaba con 180 millones de usuarios mensuales activos, de los que 83 millones eran suscriptores de pago, lo que supone un incremento interanual del 30% y del 40% respectivamente.