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Si hay un momento para intentarlo por el lado largo largo (o alcista) es ahora, a las puertas del importante soporte que presenta en los mínimos de agosto: los 11,70 euros.
A pesar del importante traspiés que ha experimentado el título desde finales de julio, puede decirse que las caídas, en términos de medio plazo, encajan absolutamente dentro de los parámetros normales. Al fin y al cabo, vendrían a corregir/ajustar las importantes subidas que llevaron al título desde los 9,20 hasta los 16 euros. La corrección se ha frenado con máxima precisión en el nivel de ajuste del 61,8% de retroceso de toda la subida previa, coincidiendo además con la proyección del doble techo. O lo que es lo mismo, en la medida en que el subyacente respete el soporte de los 11,70 euros (mínimos de agosto) dejaremos la puerta abierta a que la fase correctiva haya podido tocar a su fin. Y desde aquí, poco a poco, trate de reestructurarse de nuevo al alza.